Lebowski Fest y The Dude Abides, una cita con el surrealista Jeffrey «El Nota»
El pasado fin de semana se escenificó en diversas localidades de EEEU y Gran Bretaña una cita singular orquestada alrededor del icónico filme de los Coen, «El gran Lebowski». Bautizado como Lebowski Fest y The Dude Abides, en su variante británica, prolonga un fenómeno que consiste en mimetizarse con lo que se adora, por muy surrealista que sea.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
Existen propuestas artísticas que consiguen traspasar la gran y pequeña pantalla o las fronteras de tinta de las viñetas del cómic y que producen en muchas personas un fenómeno que se traduce en una especie de mimetización colectiva. Lejos de querer hacer un sesudo estudio sicológico acerca de este fenómeno que transforma a personas anónimas en superhéroes o cualquier otro tipo de criatura imposible resulta interesante, o divertido, disfrutar de esta pasarela fantástica en la que cobran forma física personajes de ficción.
Este embrujo o simple excusa evasiva para la diversión provoca que en diversos puntos del planeta sea posible compartir cola en el estreno de, por ejemplo, cualquier entrega de «El Señor de los Anillos» con los mismísimos Gandalf y Frodo o que, en el estreno londinense de la saga «Amanecer», se citaran todo tipo de vampiros y hombre lobo. En Japón esta frontera entre lo real y lo irreal resulta mucho menos difusa y son multitud los jóvenes que, inspirados por el imaginario manga, han optado por un modelo de vida y cultura que va más allá del simple disfraz.
En relación a este modelo, uno de los casos más singulares reside en el fenómeno Star Trek cuyos seguidores, denominados trekkies han convertido la odisea estelar de la Enterprise en una especie de religión cosmogónica en la que, incluso hay cabida para diccionarios klingon. Además de pintorescos, estos seguidores pueden resultar temibles para los productores si sus comentarios no son del todo favorables. Buena prueba de ello son los auténticos «tribunales» en los que se han convertido eventos como el Comicon de San Diego, una cita ineludible para los fanáticos del cómic y el cine que muchas productoras utilizan para sus estrenos. Ni siquiera los totémicos Steven Spielberg y Peter Jackson se libraron de comparecer ante una furibunda masa de comiqueros cuando estrenaron su proyecto común, «Tintín».
Esta especie de mimetismo coral alrededor de un producto común también se produce en otro tipo de propuestas que subvierten la rutina de lo previsible y adquieren un status de «obra de culto», tal y como le ha ocurrido a uno de los filmes más queridos y divinizados de los hermanos Joel y Ethan Coen, «El gran Lebowski».
Para muchos críticos y estudiosos, esta película de los Coen no figura a la altura de «Muerte entre las flores». Sin embargo, es tal la fuerza que emana de su caudal gamberro y surrealista que son infinidad los seguidores de «El gran Lebowski» que han hecho suya esta propuesta que destaca por su discurso irreverente, su impagable galería de personajes caricaturescos, su trama-excusa y unos diálogos que, gracias a monumentales meteduras de pata como la que llevó a cabo la televisión estadounidense, pasarán a la posteridad. En relación a esto último, para poder exhibir la película en televisión en horario apto para todos los públicos, una de las escenas más memorables tuvo que ser modificada, aunque el resultado derivó hacia algo desconcertante. En ella, Walter (John Goodman) intenta dar una lección al joven e impasible Larry destrozando el que cree que es su coche deportivo al grito de «¿Ves lo que pasa cuando jodes a un desconocido?» («This is what happens when you fuck a stranger in the ass» en la versión original). Sin embargo, esta frase fue cambiada por «This is what happens when you find a stranger in the Alps» (Esto es lo que pasa cuando encuentras a un desconocido en los Alpes).
Por este y otros muchos motivos, «El gran Lebowski» no es ajeno al fenómeno de las convenciones que, en su caso, responde al de Lebowski Fest. Al igual que el propio sentido del filme, el origen de esta reunión colectiva también resulta curioso. La idea surgió en una convención de tatuajes y piercings que se celebró en la localidad sureña de Louisville en el 2001. En el transcurso de esta reunión, un grupo de amigos -Bill Green, Scott Shuffitt, Ben Peskoe y Will Russell- decidieron pasar un buen rato repitiendo algunos de los diálogos y frases más célebres de la película de los Coen. Picados por la curiosidad y seducidos por el imaginario verborreico que compartía esta cuadrilla, el resto de vendedores de la exposición comenzó a aproximarse y a formar parte del juego que acababa de ser inventado. En ese instante, los padres de este divertimento llegaron a una conclusión: si hay encuentros de trekkies y de fans de los tatuajes y el piercing, cómo no va a haber un encuentro temático destinado a seguidores de «El Gran Lebowski?».
Dicho y hecho. Al año siguiente, el grupo de amigos decidió montar este evento que se celebró en Louisville y fue tal su éxito que el fenómeno se extendió a otras localidades como Nueva York, Las Vegas, Los Ángeles, Austin, Seattle, Chicago, San Francisco, Portland y Boston. Incluso Londres se contagió de esta fiebre surrealista y creó su propia reunión denominada «The Dude Abides».
Bolos y rusos blancos
Desde su creación en el año 2002, han sido multitud las celebridades que se han dado cita en este festival, incluyendo al propio protagonista del film, Jeff Bridges, quien se acercó al evento de Los Ángeles de 2007 para interpretar con su guitarra el tema «The Man in Me», de Bob Dylan. Esta concentración lebowskiana dura un fin de semana y en ellas participan más de un millar de personas que recitan todo tipo de frases extraídas del filme. La cita arranca siempre igual, con la proyección del filme de los Coen. Posteriormente, cada cual dirige su interés hacia una partida alevosa y nocturna de bolos o una especie de trivial que incluye preguntas relativas a la película tipo: ¿Qué fecha tiene el cheque de 69 centavos con que Jeffrey Lebowski paga una caja de leche? o ¿cómo se llama el personaje que hace la cantante Aimee Mann en la película? Todo ello está presidido por una larga barra en la que se sirven cervezas baratas y tragos de rusos blancos -un cóctel preparado con vodka, licor con sabor a café (como Kahlúa) y nata líquida-.
Pero, sin duda, uno de los platos fuertes es el concurso de disfraces en el que muchos participantes descubren su gran parecido con los personajes de la película. En esta pasarela singular es posible descubrir a multitud de barbudos y barbudas ataviados con ropas desastradas, niños disfrazados con los ropajes estrafalarios del memorable Jesús Quintana (John Turturro) y silentes Donny (Steve Buscemi) que permanecen inalterables. Uno de los episodios más singulares de este concurso de «parecidos razonables» tuvo lugar cuando, según palabras de uno de sus organizadores, «se presentó un muchacho con las cenizas de su tío asegurándonos que la última voluntad del difunto era participar en el concurso de disfraces del Lebowski Fest. El muchacho metió las cenizas en un tarro de Folgers Coffee, entró al concurso de disfraces y se llevó el segundo puesto. Bueno, en realidad ganó su tío».
Los fans pueden hacen temblar a la industria. En la última convención, celebrada en Las Vegas el pasado mes de enero, una legión de «trekkies» eligió a «Star Trek: en la oscuridad», filme saludado favorablemente por crítica y público, como el peor título de la longeva franquicia.
Hace varios años, causó un gran revuelo la noticia de que los hermanos Coen preparaban la segunda entrega de «El gran Lebowski». Este titular nació de unas desafortunadas declaraciones de la actriz Tara Reid, la cual sentenció que entre sus proyectos inmediatos figuraba participar en «American Pie 4» y «El gran Lebowski 2». Joel y Ethan Coen tuvieron que salir a la palestra para, entre risas, desmentirla. «Me alegro de que esté trabajando en la película», dijo Ethan. El representante de la actriz salió al rescate de su representada y declaró que Tara Reid se había dejado llevar por unas declaraciones realizadas por Jeff Bridges. El aludido, por su parte, se limitó a decir que «El gran Lebowski» es «maravillosa. Incluso si yo no participara en ella, seguiría siendo una de mis favoritas. Creo que no entra en los planes de los Coen rodar una segunda parte». A pesar de que esta situación rocambolesca quedó aclarada, el rumor se extendió y han sido muchos quienes continúan afirmando que se rodará una segunda entrega. Desde diversos medios se avanzó que la secuela se centraría en la batalla del jugador de bolos contra un empresario sin escrúpulos al que daría vida Bill Murray. Incluso se reveló el título («The Big Lebowski 2: The Dude Goes To Washington») y la fecha del estreno, verano del 2015. K.L.
Para los artífices del Lebowski Fest, «la película y todo lo que la rodea, satisface las pulsiones básicas encriptadas en el ADN de todo cromagnón: sexo, drogas, rock ando roll, apatía y un mantra muy particular que se traduce en frases consabidas que se repiten constantemente una y otra vez».
Manic Street Preachers, Rinôçérôse, John Grant, Passenger, Jay-Jay Johanson, Gossip, The Courteeners, These new Puritans, Mark Lanegan y The Wedding Present son parte de los nombres principales ya confirmados.