Hay que apostar por el tejido productivo
La entrada en preconcurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos es una pésima noticia, sobre todos para sus trabajadores y trabajadoras, que se ven abocados a un futuro profesional y personal incierto, pero también para el conjunto de la economía vasca y más directamente para comarcas como Debagoiena, donde la actividad de esta empresa tiene una gran incidencia, que asiste con preocupación al cierre. En los últimos años la plantilla ha asumido diversas medidas tendentes a amortiguar el impacto de las pérdidas, pero ni su sacrificio, ni el dinero inyectado, ni las gestiones de última hora han sido suficientes para mantener a flote la firma señera del Grupo Mondragon.
La situación de Fagor Electrodomésticos era muy complicada, con varios años acumulando números rojos y sin forma de revertir la tendencia a medio plazo. La crisis ha afectado de forma brutal a la facturación del sector, con caídas superiores al 30%, a lo que hay que sumar en este caso decisiones que probablemente no hayan sido las más adecuadas. Así, en los últimos tiempos se le ha reprochado haberse alejado de su misión estratégica y haber apostado por un modelo de crecimiento inadecuado. Obviamente, para llegar a este punto hay que dar pasos en dirección equivocada. Con todo, estamos ante una de las grandes empresas del país, con una actividad eminentemente productiva, de la que dependen varias auxiliares y que representa el alma industrial de nuestra economía, y merece que se haga un esfuerzo que permita revertir la situación.
Y es que sería difícilmente explicable que en tiempos en los que se rescata bancos y se protege la actividad especulativa, y cuando se invierten ingentes sumas en infraestructuras sin rentabilidad social, no se haga una apuesta decidida por defender el tejido productivo del país. Lakua dijo ayer que apuesta por un escenario que dote viabilidad a la empresa. Está en su mano pasar de las palabras a los hechos y lograr que que el futuro de su plantilla no sea tan oscuro como hoy se presenta.