Que los Verdes se hayan retirado de las conversaciones con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su hermana bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), no extraña del todo porque la debacle electoral los ha dejado bastante desorientados. Por la misma razón, el bipartito que habrían formado democristianos y ecologistas habría conllevado cierto riesgo para ambos socios.

Lo que sí llama la atención es que los ecologistas se hayan ido a la oposición sin arremeter contra la primera fuerza política del país. A pesar de todas las diferencias, e incluso de los ataques verbales que se produjeron durante la campaña electoral, la delegación verde subrayó la «nueva sinceridad» que detectado entre los democristianos y socialcristianos con los que se han reunido en dos ocasiones.

Diseñar el papel en la oposición

Ahora el partido verde tiene que diseñar su papel al lado del otro partido opositor, el Linke (La Izquierda). Este último ha sido el más marginado por ahora y por ello podrá oponerse a la política del futuro gobierno con más facilidad que los Verdes.

Los ecologistas tendrán que buscar su posición entre los restos de sus raíces históricas y la opción de poder gobernar en adelante tanto con el SPD como también con la CDU. Lo último requiere algunos ajustes en lo personal y en lo político. Tal vez intentarán formar un ejecutivo con la derecha en el estado Hesse, donde la Unión de Merkel necesita asimismo un socio.

Mientras tanto, la jefa de Gobierno se encuentra un paso más cerca de su anhelado bipartito con el SPD.

Ahora le toca a su homólogo socialdemócrata, Sigmar Gabriel, poner a raya a su formación cuyas bases en un principio se han opuesto a formar otra coalición de gobierno con la CDU. A pesar de una sonada bronca durante la reunión del lunes, existe acuerdo en la mayoría de los puntos, salvo en el del salario mínimo interprofesional. «Aquellos que actualmente tienen que pedir ayuda social para completar sus ingresos laborales podrían convertirse en parados a causa de un salario mínimo generalizado», afirmo ayer la canciller.

Antes de avanzar, Gabriel quiere consultar a sus bases sobre el pacto el gobierno. Según las encuestas, la mayoría social sigue queriendo la «gran coalición» entre CDU y SPD.