Mohamed Abdi Hassan, acusado por las autoridades de dirigir la piratería en Somalia y del secuestro de decenas de navíos mercantes entre 2008 y 2013 fue detenido junto a uno de sus supuestos colaboradores en Bélgica, donde será juzgado por el «secuestro» durante 70 días del navío belga Pompeya y de diez ciudadanos de nacionalidades holandesa, belga, filipina y croata. Hassan fue arrestado en el aeropuerto de Bruselas, donde aterrizó el pasado sábado procedente de Nairobi (Kenia) y fue trasladado a Brujas, donde el juez dictó prisión provisional.

El detenido había llegado a Bélgica atraído por la posibilidad de rodar un documental sobre la piratería marítima, que resultó ser una trampa de las Unidades Especiales de la Policía Federal belga y la Policía Federal Judicial.

«La detención de Hassan era difícil de conseguir, ya que residía en Somalia y se mostraba muy desconfiado y viajaba poco. Las unidades especiales de la Policía belga desarrollaron por tanto una operación de infiltración para hacerle salir del país y detenerlo», declaró el fiscal. «El plan consistió en acercarlo por intermediación de Mohamed M. Aden, en quien confiaba. A través de él, se le pidió que colaborara como consejero y experto» en una película sobre la piratería, explicó el fiscal.

Tras «varios meses» de negociaciones, Hassan y Aden llegaron a Bélgica para «firmar el contrato» de su participación como «consejero y experto en la materia» en la falsa película, que supuestamente debía reflejar «su vida de pirata».

Hace algunos días manifestó en la prensa somalí que quería dedicarse a la política.

Un portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, consideró esta detención «una etapa significativa en la lucha contra la piratería», en la que, remarcó, la Unión Europea está comprometida con la operación Atalanta y en la que prometió que no iba a «suavizar sus esfuerzos».