Damasco recupera posiciones mientras los kurdos luchan contra los yihadistas
GARA | DAMASCO
El Ejército sirio, apoyado por las experimentadas milicias del Hizbulah libanés y de la brigada chií iraquí Abu Fadl al-Abbas, retomó ayer el control de la estratégica localidad de Bueida, al sur de Damasco. En manos de los rebeldes desde hace meses, su conquista sigue a la de las localidades de Husseiniye y Dyebiye, situadas cerca de Sayyeda Zeinab, que alberga un lugar de peregrinaje chií defenido a uñas y dientes por Hizbulah. Damasco logra así un nuevo éxito militar en su intento de rodear el cinturón rebelde al sur de la capital.
Como contrapunto, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que confirmó las informaciones en torno al frente de Damasco, informó a su vez de la muerte de 41 combatientes en los enfrentamientos entre las milicias kurdas de autodefensa y los grupos rebeldes yihadistas Estado Islámico de Irak y del Levante (sección iraquí de Al Qaeda) y el Frente al-Nosra en Hassaka.
Los grupos yihadistas se enfrentan crecientemente a la milicia kurda del PYD, a los rebeldes del Ejército Sirio Libre y, en menor medida, al régimen.
Explosión en Deraa
Por otra parte, al menos 21 personas, entre ellas cuatro menores y seis mujeres, murieron al explotar una mina cuando viajaban en una furgoneta a la altura de Nawa, localidad de la provincia de Deraa, bastión rebelde en el sur.
El OSDH se hizo eco de denuncias de militantes opositores de la zona que acusaron al régimen de la explosión.
Deraa, fronteriza con Jordania, es una de las escasas zonas donde los rebeldes mantienen una ofensiva militar.
En este contexto, decenas de grupos rebeldes del sur del país rechazaron ayer la autoridad de la Coalición Nacional Siria, que agrupa a la oposición en el exilio. Estos grupos se quejan de la falta de armas y de ayuda humanitaria y miran con recelo las presiones de EEUU para que se sienten a negociar.