Al Tudelano no le sentó bien el descanso. Hubo un antes y un después, pasando de la esperanza a la desilusión. Un conjunto blanquillo que dominó en la primera mitad, haciendo abrigar esperanzas a su parroquia, mudó de cara tras la reanudación, fallando en defensa y pagándolo muy caro.

Dos regalos permitieron al Cartagena sentenciar la eliminatoria a la contra prácticamente al cuarto de hora del segundo periodo. La doble diferencia se puso todavía más cuesta arriba cuando los anfitriones se quedaron en inferioridad numérica y llegó el tercer gol visitante por mediación de Fernando, casi a renglón seguido. El Tudelano tendrá que esperar a mejor ocasión para medirse a un grande.