La presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina; la delegada del Gobierno español en Nafarroa, Carmen Alba; y la presidenta de la sociedad pública Canal de Navarra S.A., Aránzazu Vallejo, inauguraron ayer en Agoitz una nueva central hidroeléctrica que utiliza agua del embalse de Itoitz.

Esta obra ha supuesto una inversión de once millones de euros y, según afirmó Barcina, reportará unos beneficios anuales de dos millones. Existe otra central al pie de la misma presa.

Por su parte, el alcalde de Agoitz, Unai Lako, denunció que ningún representante municipal fue invitado a la inauguración, pese a que la víspera recibió un correo del consejero de Administración Local, Javier Esparza, en relación a una deuda que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantiene con el municipio y en el que le comunicaba que ayer se reuniría con representantes del organismo de cuenca.

«Bien podría haber dicho que esa comunicación era en nuestro pueblo», destacó Lako, quien añadió que quizás no les invitaron porque «los pueblos afectados por el pantano no tenemos un beneficio directo de las ganancias que tienen las centrales hidroeléctricas y lo estamos denunciando constantemente».

Lako, de Bildu, reclamó que parte de los beneficios que va a generar la nueva central hidroeléctrica reviertan a Agoitz y al resto de pueblos de la zona, que se han visto seriamente afectados por la construcción del embalse de Itoitz.

En este sentido, recordó que durante la construcción del embalse se prometieron grandes beneficios. «¿Dónde está la promesa lanzada en los años 90 de que la luz para Aoiz sería gratis con Itoiz?», preguntó.

«Creo que es momento de exigir ya una reunión de urgencia para hablar de las compensaciones continuas que tenemos que recibir quienes también nos vemos afectados por estas millonarias infraestructuras. Ya es hora de que nos dejen de tomar el pelo», añadió Lako.