Obviamente hay distancias con el formato antiguo, pongamos que sea «La Clave», porque la sociedad, la política, la misma televisión, se mueve en otros pulsos y formas. Pero este paquete, es un completo, algo que ayuda a contextualizar ,a hacer que la ficción, basada en hechos reales, se incardine con la realidad actual, con el debate social, con el interés general. Y lo hacen desde Mediaset, a la que tanto hemos criticado por crear esos mundos alienantes de «Sálvame» y sus derivados, pero en esta ocasión, rescatando además a Jordi González después de despojarlo de «El Gran debate», lo que le hace un favor inconmensurable porque condujo con bastante soltura el posterior coloquio, lo que le devuelve al primer orden desde un programa de gran dignidad formal y de contenidos.

Además, otro detalle de suma importancia. La producción televisiva contaba con muy buena factura, con un reparto de primera categoría, con unos guiones bastante bien estructurados y muy bien realizados, lo que en estos tiempos de recortes y de reducciones hasta la jibarización de los estándares de calidad, se celebra, se aplaude y esperamos que tenga la suficiente aceptación para que todos los canales se decidan por volver a un orden más sensato: hacer inversiones apropiadas, en asuntos de interés, para que sin bajar la rentabilidad, se acerquen de manera más interesante a la sociedad que los recibe, y como se ha comprobado en esta ocasión, con ganas y emoción. Uno se siente bien escribiendo sobre estas posibilidades de la televisión como instrumento magnífico para el conocimiento y la denuncia.