Maite SOROA
Mayoría silenciosa
Buceando en la red, servidora encontró ayer en «Elconfidencial» un artículo de Javier Caraballo sobre la «mayoría silenciosa», esa añagaza que se ha inventado el PP para camuflar su aplastante minoría en Catalunya. Bueno, pues el columnista comienza admitiendo lo evidente: «La mayoría silenciosa de la que tanto se habla, la mayoría silenciosa que siempre se espera, la mayoría silenciosa que se opone a la independencia, esa que, según dicen, no sale a las calles pero que conforma la única mayoría social de Cataluña. Que no. Que nadie se llame a engaño, porque esa mayoría silenciosa no existe. Por eso no llena manifestaciones, por eso no se percibe en las encuestas, por eso no engorda asociaciones, ni irrumpe en las redes sociales. No existe en Cataluña una mayoría social que se oponga a la independencia, y seguir invocando ese concepto vacío sólo conduce al autoengaño o a la frustración de una espera que nunca se verá satisfecha». Bien está el reconocerlo.
Y después de asumir lo evidente, Caraballo se pregunta «cómo ha sido posible que el deseo de independencia se haya hecho mayoritario». Según el plumilla, «que los radicales cierren los ojos ante las consecuencias de la independencia se puede entender, pero cómo es posible que los sectores más influyentes de la sociedad catalana hayan acabado asumiendo los mismos postulados. Y, en el mismo sentido, cómo ha sido posible que las clases populares más humildes, los cientos de miles de catalanes que provienen de la emigración de otras regiones, hayan terminado aceptando que es España la que les roba. Abuelo emigrante, nieto independentista». Pues será porque, efectivamente, España les roba. Pero no solo el dinero, también la libertad y el futuro. Como a Euskal Herria.
Como conclusión, Caraballo señala que «la cuestión es que ya no hacen falta más palabras para entender que si hasta los empresarios catalanes, pese a la evidencia, han llegado a la conclusión de que la independencia es un proyecto de futuro, haremos bien en pensar que el desvarío ya ha tomado cuerpo social y es mayoritario. Así que, al menos de momento, dejemos de hablar de una vez de la existencia de una mayoría silenciosa en Cataluña contraria a la independencia. Porque no existe». Pues si la inmensa mayoría está a favor de la independencia será que no es tal desvarío, ¿no? Ya pueden hacerse a la idea de que Catalunya les ha dicho adéu.