PROCESOS POLÍTICOS EN EUSKAL HERRIA
Rechazo en Euskal Herria, silencio en el Estado y presión de colectivos ultras
Alberto PRADILLA | MADRID
El rechazo mayoritario al macrosumario político expresado ayer en Euskal Herria contrastó con el silencio en el Estado español, solo roto por las presiones de grupos como la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, que está personada como acusación popular. «La única sentencia de justicia es la absolución», resumió Karmelo Landa, a las puertas de la Audiencia Nacional, donde estuvo acompañado por imputados en el macrojuicio contra el movimiento juvenil, así como por diputados de Amaiur. El exeuroparlamentario citó el posicionamiento de la ONU en 2009, cuando afirmó que «en estos casos en los que hay actividad política legítima, no hay reproche penal».
Las críticas al macrojuicio llegaron desde Euskal Herria. El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, lo contrapuso a la «sed de justicia y paz» de la sociedad vasca, ahora que se cumplen dos años de la declaración de Aiete. Julen Arzuaga, parlamentario de EH Bildu, censuró que se trata de un proceso «fuera de tiempo y lugar y absolutamente inaceptable y escandaloso». La presidenta del Bizaki Buru Batzar del PNV, Itxaso Atutxa, consideró que los juicios son «más anacrónicos que nunca», mientras que, desde Aralar, se calificó de «nuevo obstáculo».
Este claro rechazo contrasta con el silencio mantenido por los partidos de ámbito estatal, que no realizaron ninguna declaración. Ni PP, ni PSOE (ni IU) hicieron mención al juicio.
Quien sí habló fue Pedraza. La presidenta de la AVT, presente en la audiencia, aprovechó para rechazar que Arnaldo Otegi no esté en el banquillo, pese a que la sala ya determinó que había «cosa juzgada». Hasta San Fernando, para mostrar su apoyo a grupos como el de Pedraza, también se desplazó Soledad Becerril, defensora del Pueblo español.
Los diputados de Amaiur, Rafa Larreina y Onintza Enbeita, aprovecharon sus intervenciones en el Congreso español para denunciar los macrojuicios y hacerse eco de las denuncias de tortura realizadas por los jóvenes independentistas