El Aviron sigue sin saber lo que es ganar fuera de su campo. Ayer volvió a hacer lo de siempre, o casi siempre. Una buena primera parte, con opciones de victoria, y desaparecer del campo en la segunda parte.

El London es el máximo favorito para liderar su grupo y lograr el billete para disputar los cuartos de final, y ayer lo dejó claro. Pese al favoritismo local y las muchas bajas que llevaba el Aviron, los de Baiona entraron muy bien en el partido y para el quinto minuto ya ganaban 0-7. La reacción de los londinenses no tardó en llegar, pero los vascos realizaron un gran trabajo defensivo. Pese a ello, los locales lograron dos golpes de castigo y se acercaron al 6-7. Los blanquiazules no se acobardaron y siguieron haciendo el buen trabajo que habían hecho hasta entonces y el premio llegó al borde del descanso, cuando Brett transformó un golpe de castigo, elevando el 6-10 al marcador, con el que se fueron al descanso.

En la segunda parte, los ingleses fueron mucho mejores. El Aviron se fue hacía atrás, pero no pudo aguantar las embestidas de los locales y cometió bastantes errores, tanto técnicos como tácticos, y se quedó sin ninguna opción de lograr ni siquiera un punto.