El ariete del filial Guillermo Fernández apunta a la convocatoria contra el Villarreal
Lo difícil es mantenerse, no llegar
Con la evidencia de que uno de cada tres debuts cuaja en el primer equipo, estos días se habla mucho de canteranos con posibilidades.
Joseba VIVANCO
El delantero del filial Guillermo Fernández se ha convertido en protagonista inesperado de la actualidad rojiblanca los últimas días. Tanto que ayer fue llamado por Ernesto Valverde para que se entrenara con los mayores y ya todo son conjeturas sobre su presencia en la convocatoria del lunes ante el Villarreal, máxime cuando el chaval no viaja hoy con el Bilbao Athletic del Cuco Ziganda y en su lugar lo hará otro de los nombres propios de la cantera vizcaina, Iñaki Williams, del Basconia.
Si cuando las cosas van mal en el primer equipo se suele mirar históricamente a Lezama para buscar culpables como decía el bueno de Koldo Agirre, esta vez la sequía goleadora de Aduriz ha servido para pasar lista a la nómina de prometedores arietes de la cantera bilbaina, desde el propio `Guille' al recuperado Iñaki Williams -dos goles desde su regreso tras una grave lesión-, sin olvidar al mocetón gernikarra Asier Villalibre, pasando por el pichichi cadete Iñigo Vicente. Pero como en todo, muchos son los llamados, pero pocos, o solo uno, los elegidos.
Más allá de los méritos que el joven jugador del Bilbao Athletic haya hecho, pareciera que se ha desatado una auténtica campaña para que de golpe y porrazo Valverde abra de par en par las puertas a un número indeterminado de canteranos a los que ha dado minutos en los dos últimos amistosos ante Mirandés y Barakaldo. Los asiduos a Lezama seguro que se los conocen al dedillo, pero los ocasionales, esos que como diría el periodista Juan Carlos Latxaga «al aficionado medio Lezama le interesa menos de lo que él cree», descubren estos días al propio Guillermo, pero también a Sabin Merino, a Aketxe, a Isma López, a Bustinza... Sobre todos ellos hemos leído elogios en las páginas de prensa dedicadas al club rojiblanco. Da la impresión de que todos están para dar el salto. Incluso el propio Txingurri aplaudía sus actuaciones y hasta decía haberse sorprendido con algunos de ellos.
No al ascensor
«Es importante que los de abajo aprieten a los de arriba», venía a decir el entrenador gasteiztarra tras el amistoso de este jueves. Pero a renglón seguido advertía: «Sí que cuento con jugadores del filial, pero lo que quiero es que tengan una continuidad, que no estén subiendo y bajando todo el rato, porque eso perjudica al filial y al primer equipo». Más claro, agua.
Marcelo Bielsa dio la alternativa a jugadores como Aymeric Laporte -hoy consolidado- Ruiz de Galarreta o Ramalho -ambos cedidos-, incluso a Erik Morán. Este curso, Valverde ha subido al primer equipo al portugalujo y ha proyectado también a Saborit, al que ha hecho debutar, sin olvidar al todavía inédito Unai Albizua. Jugadores todos ellos con trazas de que pueden ser a corto-medio plazo válidos para el primer equipo.
Digamos que el Athletic sigue su pauta de ir dando entrada paulatina a canteranos, que luego deben confirmar su validez o no, su fortuna o no, sus condiciones o no, para consolidarse en lo más alto. Así las cosas, pocos dudan de que en Lezama pelotean ahora mismo un buen número de futbolistas con enorme proyección -los últimos, los dos cadetes llamados a entrenar con la sub´16 española, Jon Silleros y Ander Dulce-. A los citados en párrafos anteriores hay que sumar chavales como Yeray Álvarez, Eguaras, Guarrotxena, Undabarrena, Xiker Ozinjauregi, Asier Córdoba, Unai Núñez, Urtzi Iriondo, Mikel Zatón, Unai Simón... Nombres que atesoran una enorme calidad.
Las estadísticas de la cantera rojiblanca revelan, no obstante, que solo uno de cada tres debuts en el primer plantel se consolida arriba. En la última década podemos hablar de unos 15 jugadores, empezando por Iraola, que se estrenó en 2003, y siguiendo por orden cronológico con Casas -79 partidos en cinco cursos- Llorente, Amorebieta, Ustaritz, Joseba Garmendia -51 partidos en cuatro campañas-, Susaeta, Iturraspe, Muniain, San José, Iñigo Pérez -hoy cedido-, Aurtenetxe -también-, Ibai Gómez, Ekiza, Ramalho -cedido tras 13 partidos en dos temporadas- y finalmente Laporte.
Pero por el camino se quedaron muchos otros. Promesas que no cuajaron como Jonan García, Endika Bordas, el goleador Azkorra, Ibon Gutiérrez, Mikel Dañobeitia, Pampín, Aritz Solabarrieta, Isma López, además de otros como Moya, Paredes, Asier Ormazabal, Gontzal, Tarantino, Bóveda, Iturriaga, Gaizka Bergara, Adrien Goñi, Aketxe, Peña... «Un futbolista tiene que tener, sobre todo, suerte», sintetizaba como primera condición un técnico de la cantera rojiblanca. Y es que muchas veces no el que más apunta es finalmente el elegido.
Una plantilla todavía joven
Que Lezama está viva, parece que sí. Que hay buenos proyectos de delanteros, mediocampistas, defensores, también. Que no todos tendrán sitio arriba, otro tanto. Así que lo lógico parece que la dinámica de ascensos al primer plantel siga sus cauces habituales, sus ritmos, sin que Valverde se vea envuelto en aclaraciones de si cuenta o no con los canteranos. Puede que Guillermo -en este caso el nombre en boca de todos- se haya ganado una convocatoria, quién sabe si unos minutos de gloria, pero se antoja temprano llevar más allá esa alternativa con el concurso arriba de Aritz Aduriz y no lo olvidemos un Kike Sola recién fichado y muy lejos de ser amortizado.
Otro tanto cabría pensar de dar entrada a mediocampistas con enorme futuro, no solo porque en la recámara hay un chaval llamado Ruiz de Galarreta, sino porque hay otro como Morán deseando asomar el cuello y un plantel variado de jugadores en el centro del campo como hace tiempo no tenía el Athletic. No hay que olvidar la juventud de la mayor parte del primer equipo, jugadores que en muchos casos siguen creciendo y cuyo mejor nivel debe estar por llegar, incluido el propio Muniain al que ya con 21 años se le empieza a cuestionar y hasta algunos dar por amortizado. ¿Acaso debe ser el Athletic una máquina devoradora de jugadores a los que no se espera a que alcancen su madurez futbolística -ahí están Beñat o Rico- en aras de precipitar el salto de imberbes promesas?
Lezama está de moda. Por sus ilusionantes jugadores, por el proyecto para renovar sus instalaciones, por noticias como la de Edorta Murua aleccionando a sus homólogos de la Premier... Pero paso a paso. A su ritmo.
«Creo que sabe desde el principio que no soy lateral y que es de central donde juego mejor, pero si me pone es porque confía en mí. Tengo minutos y si juego es lo mejor para un chico joven como yo y por esto le doy las gracias», señaló ayer Aymeric Laporte tras el entrenamiento de Lezama. El defensa de Agen apuntó que «jugaré de lo que me diga el mister. Yo, desde pequeño, he jugado de central, pocas veces lo he hecho de lateral. Puede ser que me haya encontrado un poco perdido, me ha costado mucho, pero tampoco me voy a centrar en eso. Hay más partidos en esta temporada y tendré que hacerlo mejor cada día».
J.V.
Los rojiblancos se ejercitarán a las órdenes de Valverde hoy a partir de las 10.30 a puerta abierta, una buena oportunidad para acercarse a Lezama y de paso ver al Cadete A ante el Antiguoko (11.00) y al Juvenil A ante el San Juan (12.30), incluso al Infantil B (13.30) ante el Barakaldo.
«Vamos a San Mamés con la idea de ser el primer equipo que gana allí. La verdad es que motiva ir a este tipo de campos. Más aún como en mi caso si eres nuevo en la categoría», aventuró ayer el centrocampista del Villarreal Manu Trigueros, que avisa de sus intenciones.
Finalmente 125 entradas se pondrán a la venta al público en general el lunes en taquillas, a partir de las 20.00, para el choque ante el Villarreal a las 22.00. Habrá una sola entrada a 25 euros, 2 de 30, 22 de 40, 57 de 50, 115 a 80 euros, 24 a 100 y 38 billetes más al precio de 110 euros.