Raimundo Fitero
Provocación
Se trata de una provocación en toda regla. El «me da asco ser español» de Albert Plá es una frasecita de comedieta ultra comparado con estas frases encadenadas del mayor banquero con corbata roja, el que despacha en Moncloa con la misma soltura que en cualquier barra de puti-club, el que está por encima de normativas, coronas y sacristías. Este sí que es el puto amo. Y cuando sale diciendo estas provocaciones lo hace consciente: se trata de alimentar la mentira del marianismo rampante porque seguro que ha formado algún convenio para seguir ganando más y evadiendo impuestos, y que se le condonen deudas o se le perdonen sus veleidades con sus cuentas en Suiza y todas esas mierdas que forman parte de su trabajo diario.
Aumenta el paro, no hay crédito, sube la marea de desesperados, Fagor naufraga, pero Botín canta una jota optimista para Ellos, los banqueros, los del Capital. El Pueblo, la Ciudadanía son simples instrumentos de figuración. Ha empezado alguna campaña electoral y el banquero corrupto y corruptor ya ha apostado. Las televisiones nos devuelven la imagen del Terror. Este el terrorismo auténtico, el impune, el que sacrifica vidas de manera silenciosa. El que da y quita haciendas, futuros, esperanzas y vidas. Pero ya se sabe, está entrando dinero a espuertas. A sus bolsillos, como siempre. Ha fichado a Rodrigo Rato. Por si quedaban dudas de sus aviesas intenciones.