Stop Desahucios se concentró ayer a la puerta de una sucursal de Kutxabank en Errenteria para denunciar la próxima subasta y desahucio de la vivienda ya pagada de una viuda pensionista, «cuyo único delito fue avalar el préstamo de su hijo para la adquisición de un local comercial».

Manifestaron que, como en la mayoría de los casos, «nadie explicó a Juana y a su familia las consecuencias de avalar un préstamo». Debido a la crisis económica, «su hijo no puede pagar las cuotas y Juana tiene que hacer frente a la deuda con su vivienda ya pagada con su pensión de viudedad».

Por si fuera poco, a Juana le han denegado la justicia gratuita porque su pensión de 974 euros sobrepasa los baremos que establece la ley. «Mientras las entidades financieras disponen de múltiples abogados, los deudores de buena fe no pueden defenderse ante las demandas que los bancos siguen presentando en los juzgados para subastar y luego desahuciarles de sus viviendas», denuncia este colectivo.

Por todo ello, exigieron a la entidad que acepte la propuesta formulada por su hijo, la dación en pago de su vivienda y del local comercial, para retirar la ejecución hipotecaria.