CRíTICA | clásica
Despierta en el bosque oscuro, despierta
Mikel CHAMIZO
La otra interpretación, la musical, de manos de Jun Märkl, fue correcta pero no sé hasta qué punto idónea. Märkl es un director objetivo que dejó una grata impresión con su "Sexta" de Mahler de la pasada temporada. Con este otro Mahler, enfrentado de forma directa y sin retórica, volvió a obtener resultados precisos y excitantes, gracias a la solvente actuación de la orquesta. Pero esa misma falta de retórica no vistió demasiado bien con la «Pavana para una infanta difunta» de Ravel, a la que, aunque suene paradójico, hay que inyectar un sentimentalismo algo estereotipado para que se exprese de forma convincente -el propio Ravel terminó odiando esta pieza-. Märkl abordó de forma similar, sin un referente extramusical, el primer movimiento de «La ascensión» de Messiaen, a una velocidad inusualmente rápida, quizá en un guiño al Boeing 747 de Cano. Se desdibujó así la pátina de sensualidad de esta fanfarria ultra-terrenal. Los tres movimientos restantes funcionaron, sin duda, mejor.
Intérpretes: Harkaitz Cano y OSE.
Dirección musical: Jun Märkl.
Programa: Mahler, Ravel y Messiaen.
Lugar y fecha: Donostia, Auditorio Kursaal. 18/10/2013.