El presidente estadounidense, Barack Obama, destacó ayer ante la reapertura del Gobierno -solo hasta el próximo 15 de enero- que «no ha habido ganadores» en esta crisis, y señaló que demócratas y republicanos deben trabajar juntos para cumplir con los deseos de la mayoría de los americanos que han votado para que ocupen sus cargos.

«Se ha desatado una gran polémica en torno a las intenciones políticas del shutdown, pero lo cierto es que no ha habido ganadores», destactó Obama, que recordó que lo importante es que demócratas y republicanos se encarguen «del crecimiento económico, de crear puestos de empleo, de extender la clase media y de mantener el orden en los asuntos fiscales». En su habitual discurso semanal, resaltó que «entiende la frustración de los ciudadanos» y que «la forma en la que funcionan los asuntos en Washington tiene que cambiar».

Asimismo, pidió que demócratas y republicanos se sienten para aprobar un presupuesto «que logre el crecimiento económico y reduzca el déficit a largo plazo», mientras que resaltó que «no se puede elegir entre crecimiento y responsabilidades fiscales, porque ambas se necesitan».

«Necesitamos atender a los ámbitos que llevan al crecimiento económico: la educación, las infraestructuras y la investigación», reiteró Obama, quien insistió en que «reducir los impuestos» no ayudará a fortalecer estas áreas.

El presidente hizo un llamamiento a demócratas y republicanos para que las buenas políticas no se paralicen solo «por los sectores extremos de los partidos» ya que gobernar exige una responsabilidad y ambos partidos tienen el deber de «cooperar, comprometerse y actuar en base a los intereses del país que aman».

Advirtió también al Congreso de que «debe evitar caer en una crisis tras otra». «En momentos en que nuestra economía necesita mayor crecimiento y más puestos de trabajo, las crisis fabricadas de las últimas semanas hicieron real daño al empleo y al crecimiento», criticó.

Los economistas señalan que el cierre parcial del Gobierno le costó a la economía estadounidense miles de millones de dólares, por el dinero que dejaron de gastar los cientos de miles de trabajadores sin trabajo y sin sueldo y las pérdidas en turismo, entre otras razones.