ELA llevó ayer su actividad principal de la semana de movilizaciones a las puertas de la Diputación de Bizkaia en apoyo a los servicios públicos de calidad. Ayer desarrolló más de 60 concentraciones ante las dependencias de los gobiernos de Urkullu y Barcina, de ayuntamientos y de diputaciones.

Se movilizaron trabajadoras de las residencias de Bizkaia, del servicio de limpieza de Osakidetza y de la Enseñanza Concertada. En Bilbo la protesta fue ruidosa. Loli del Castillo, responsable de ELA en el sector de residencias, dijo que «seguiremos en huelga hasta conseguir unas condiciones dignas» y llamó a la Administración pública a que obligue a las empresas a garantizar la calidad de los servicios y del empleo.

Adolfo Muñoz, Txiki, secretario general de ELA, explicó, tras Igor Eizagirre, de la Federación Gizalan, que la Administración pública, al igual que la patronal privada, «ataca los salarios y las condiciones laborales, y destruye del empleo público».

Muñoz invocó a la organización en cada centro de trabajo para hacer frente a esta situación de connivencia. «No cabe otra opción que organizarse en los centros de trabajo, sindicalizarse, para hacer frente a los ataques de la patronal, tanto pública como privada».

ELA llevará hoy la protesta a las puertas del Parlamento de Gasteiz donde presentará una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para «el mantenimiento del empleo y de unas condiciones mínimas en las subcontratas del sector público». Txiki Muñoz afirmó que el lehendakari, Iñigo Urkullu, hace «lo mismo que hizo su predecesor, Patxi López (PSE), como bajar salarios, destruir empleo público y acatar las políticas de Madrid, lo que nos lleva a un empobrecimiento de la sociedad».

Muñoz insistió en la idea de que política es «un títere al servicio del mundo económico y que no hay diferencias entre los distintos gobiernos». Recordó que Urkullu le pedía a Patxi López, cuando era lehendakari, «que aplicara el pase foral ante Madrid, pero ahora que está al frente del Gobierno hace lo mismo: acata y cumple».

Ante la aplicación de las políticas neoliberales, dijo que «nos llevan a un escenario de mayor pobreza». Pero añadió que «los mismos que han bajado los salarios, han destruido empleo público. Cumplen lo que Madrid dice y aprueban unos presupuestos para no cumplir con la negociación colectiva». Añadió que la pérdida salarial del sector público desde el año 2010 supera ya el 20%.

Denunció que en el Estado español «quien manda son las eléctricas, las multinacionales y la banca». Dejó claro que se puede hacer una política de apoyo a la sociedad y a garantizar el empleo, si se ajusta la presión fiscal a la media europea.

«Porque -según explicó- entrarían 5.300 millones más a las arcas públicas para poder garantizar todo». Criticó a las haciendas porque dicen que ha aumentado la recaudación en estos meses atrás, pero se debe a que el Gobierno de Rajoy planteó la regularización de balances. «Así, Iberdrola pagó 300 millones, pero en los próximos años dejará de pagar por 1.500 millones. Ese es el secreto de los tres próximos años, mientras nos empobrecen a los demás».