Han tenido que pasar diez sesiones para poder ver al Ibex terminar en rojo. No obstante, pudo mantenerse por encima de los 10.000 puntos, una señal de fortaleza enviada a los que esperan cesiones más profundas. Este parón se produjo, además, en medio de una subida generalizada de los índices europeos, algo inusual en estas últimas semanas. El Ibex acababa en los 10.012,90 puntos, tras ceder un 0,25%, y su mínimo intradía quedó fijado por debajo de la barrera de los 10.000 puntos. En el resto de Europa las ganancias fueron notables. París sumó un 0,43%, Londres, un 0,62%, y Fráncfort, un 0,90%. Durante la jornada se recibió con decepción el dato de creación de empleo de septiembre, publicado ayer por el cierre federal de quince días. Se contabilizaron 148.000 nuevas nóminas, frente a las 180.000 del mes anterior. Con todo, el paro bajaba hasta el 7,2%, su mejor balance desde noviembre de 2008, aunque los expertos le restaban valor al entender que se debía, básicamente, a la renuncia de buscar empleo. Dentro del Ibex, la estrella era FCC (+8,30%), tras el desembarco en su accionariado de Bill Gates con el 6% del capital. Acciona (+2,93%) y BME (+2,60%) completaron el podio de los ganadores. Entre los grandes, todos en rojo, el peor fue Santander (-0,90%), mientras que Inditex (-0,13%) era el menos penalizado. ArcelorMittal (-3,62%) e IAG (-2,06%) acabaron al frente de las caídas del índice. En París, los más alcistas fueron Kering (+2,10%), L'Oréal (+1,73%) y Lafarge (+1,65%). Las acciones de ArcelorMittal (-3,66%) y Veolia Environnement (-2,80%) sufrieron los mayores castigos.