Bilbao Basket cae frente a Gran Canaria
Este canario no deja que lo atrapen
Los hombres de negro siempre fueron a remolque. Gracias a Bertans y Gabriel llegaron a ponerse 72-76, pero Nacho Martín decidió con sus puntos y rebotes.
BILBAO BASKET 72
GRAN CANARIA 83
Arnaitz GORRITI
Bilbao Basket no sabe todavía lo que es ganar en la presente edición de la Liga ACB Endesa. Los muchachos de Rafa Pueyo sumaron su tercera derrota consecutiva pese a sus denodados esfuerzos, pero el Herbalife Gran Canaria, guiado de la mano de un espectacular Nacho Martín, que anotó los nueve últimos puntos de su equipo -para un total de 27-, para frenar la reacción bilbaina. Su equipo se impuso después de dominar el choque de principio a fin.
El chiste fácil diría que los grancanarios se amoldaron mejor al ajuste horario, ya que para ellos en realidad no hubo ninguna clase de cambio. Pero más allá de cualquier gracieta, la verdad es que los pupilos de Pedro Martínez fueron superiores a Bilbao Basket, forzando más errores en su rival, capturando más rebotes y, cuando se vieron en apuros, acudiendo a la línea de tiros libres, distancia desde la que se mostraron infalibles, con 17 lanzamientos sin fallo.
Pese a la ausencia de Hansbrough, y reconociendo que, por ahora, Tavares no está para ofrecer un relevo prolongado, los grancanarios supieron gestionar de maravilla a sus ocho mejores efectivos. Confiados en Nacho Martín como líder sobre el parqué -porque anota, defiende y rebotea-, Beirán explotó sus mejores virtudes, que son el tiro de tres y el rebote, Bellas se limitó a dirigir con cabeza, cabeza a la que Oliver le añadía un par de canastas en los momentos finales; O'Leary y Newley aportaban de forma intermitente desde la intensidad, mientras que Eulis Báez y Xavi Rey aceptaban alternar momentos de protagonismo con otros de menos brillo y más trabajo sucio.
Así se comprende que Bilbao Basket se viera siempre por detrás en el marcador, remontando a base de chispazos, como varios triples de Hervelle o el jeugo en el poste bajo de un Mumbrú que rindió a una altura menor que en las dos anteriores jornadas. Los locales llegaron a ir con diez puntos de desventaja, 24-34, antes del receso. Sendos triples que encadenaron Hervelle y Bertans arrimaban a los suyos y despertó a un Bilbao Arena dormido, mientras que Nacho Martín templaba los ánimos dejando el marcador 30-36 al descanso. Para entonces ya sumaba 13 puntos y avisaba de sus intenciones.
Los mejores minutos de Gabriel
Hacía falta algo para encender al público y para que este viera que los hombres de negro tenían opciones de ganar. Ese algo fue la irrupción de Germán Gabriel. El pívot andaluz, que llegaba al descanso con solo dos pun- tos, anotó 11 de manera consecutiva; fueron canastas de todos los colores, explotando tanto su juego en el poste bajo -volvió loco a Báez- como su tiro.
El problema fue que la defensa bilbaina no lograba contener la anotación visitante, sobre todo porque acudía con frecuencia a lanzar tiros libres y los aprovechaba todos. Un triple de Gabriel establecía el 43-46 en el luminoso mediado el tercer período, pero justo en aquel momento, el Gran Canaria, empezando por un triple de Newley, conseguía un parcial favorable de 3-18. Entre medias, Mumbrú cometía una antideportiva y se deshacía en aspavientos para tratar de forzar la reacción de un público que veía a sus muchachos teniendo que capear un 46-64 adverso.
La airada reacción del alero badalonés tuvo cierto efecto, ya que los bilbainos conseguían no irse del partido, aunque el marcador al final del tercer período, 51-66, no era nada alentador. Con el ambiente un poco más caldeado, lo que de veras se consiguió fue alterar brevemente el arbitraje. Los colegiados, que por lo demás realizaron un trabajo más que aceptable, se pusieron muy puntillosos con los atacantes. Así, Mumbrú renunció a seguir castigando a Beirán en el poste bajo después de que le pitaran dos faltas en ataque seguidas, mientras que el propio Beirán vio una personal en ataque tras cargar sobre un Gabriel que se estaba moviendo; igual que le sucedió a Báez, que salió trasquilado cuando creía haberle sacado la personal a Pilepic, ya que el escolta croata chocó en pleno movimiento con el dominicano. Entre una cosa y otra, varias canastas de Gabriel y Raül López limaban la desventaja bilbaina por debajo de los diez puntos: 59-68.
Sin acierto en el triple
La reacción bilbaina llegó hasta situarse 72-76 a poco más de un minuto. Bertans se sumó a los anotadores locales desde la distancia, pero entre Raül López, Mumbrú y Pilepic sumaron un 1 de 13 en triples, una losa pesada en esos compases finales.
Mientras, Oliver y Nacho Martín no fallaban. Un triple y un «dos más uno» del base catalán mantuvieron a Gran Canaria mientras Martín descansaba, y cuando este volvió, anotó seis puntos seguidos, decidiendo el duelo al subir el 72-80 al electrónico tras asistencia de Oliver. El exjugador de Bruesa GBC pondría la rúbrica al choque con un triple sobre la bocina.
El temple y la seguridad en sí mismos de los jugadores de Gran Canaria se atisba en su perfección, 17 de 17, desde la línea de tiros libres. En el intento de reacción bilbaina, Raül López, Mumbrú y Pilepic sumaron un paupérrimo 1 de 13 en triples.
«Trabajando así, las victorias van a llegar. Estamos jugando mejor, pero nos estrenamos en casa con dos semifinalistas de la Liga que nos han superado», resumía Rafa Pueyo.
«Ha sido un partido muy difícil para nosotros. En la primera mitad defendimos bien, pero no controlamos el rebote. Y en la segunda, aunque mejoramos ese trabajo reboteador, ese esfuerzo no ha sido suficiente, porque ellos han tenido mucho acierto, ante Nacho Martín», explicaba el técnico bilbaino, que lamentaba el desacierto de Pilepic y Raül López. «Necesitábamos algún triple para tener opciones», dijo.
A. G.