IBILIZ IBILI | Jesús M. ALQUÉZAR
Montes de Urdaburu y Oberan por Ugaldetxo, Donostia y Altzabasoak
Esta excursión sin salir de los bosques de Urdaburu y Oberan, cercanos al embalse del Añarbe, y con el rio Urumea a su vera, que atraviesa terrenos de Hernani, Errenteria y San Sebastián, con abundantes elementos y hábitats de valor -como impresionantes hayedos y robledales acidófilos-, es la propuesta otoñal de Mendia.
Se trata de un recorrido que se adentra en una gran mancha verde donde destaca la presencia de peces, mamíferos y aves de gran valor en el mundo animal, protagonistas de esta ruta circular y que en un futuro cercano será declarada Reserva Forestal, dado que tanto el ayuntamiento de Errenteria como el de Donostia han solicitado a la Diputación Foral aumentar su grado de protección. Para los amantes del excursionismo de montaña los recorridos en la naturaleza de este tipo tienen magia, especialmente en esta época del año, con «los colores de otoño» en plena ebullición.
Partirán los senderistas desde Ugaldetxo (Ereñozu-Hernani, Bar Restaurante). A la izda de la carretera, margen dcha del Urumea, hacia Goizueta, nace una pista balizada y señalizada con marcas blanquiamarillas del PR GI 1001 -Ugaldetxo basoak, Hernani, Altza Donostia, Errenteria- que ayudarán al caminante, pues hay que seguirlas en su totalidad. Como referencias para el inicio, tienen los visitantes un panel explicativo y una señal «Aparrain». En el primer cruce (señal), se tomara el ramal de la izda, salvando una barrera, en dirección al Lizarregiko lepoa, con una exigente y larga subida, bien trazada con muchos lazos, entre coníferas, robles americanos y castaños, y zonas despejadas que ofrecen una de las pocas y excelentes vistas sobre el cordal Adarra y Urdaburu.
Tras la bucólica área recreativa se abandona la ancha traza para, siguiendo el sentido de las agujas del reloj -E- avanzar por un recuperado y ancho camino hasta alcanzar las ruinas del caserío Lizarregi, vestigio de una civilización antigua, desde donde se divisa todo el perfil del itinerario boscoso y el cercano collado, paso entre Paguetako gaña y Urdao. Otra señalética, punto donde se penetra en «Donostibasoa», con varias indicaciones se invita a seguir la que lleva a Untzegiko lepoa, sobre una alfombra custodiada por altivos cipreses de Lawson, antesala a la entrada a la zona de un estupendo bosque autóctono y futura Reserva del Añarbe, (ya en Altzabasoa) con hayedos y robledales a un lado y al otro.
El camino sigue la línea de los mugarris de MP (Monte público) otro detalle del circuito, destacando los que reflejan las mugas de Altza, Errenteria y San Sebastián con sus respectivas marcas A/R/SS. La primera de las varias cimas, modestas pero cordiales, que pisarán los deportistas es la de Untzegi, puerta de entrada a la Reserva, todas con mojones y sin buzón, ya sumergidas en la exuberante naturaleza del corazón del robledal/hayedo de Oberan y por lo tanto con vistas limitadas.
Tras un inclinado «muro» cortafuegos, todo el recorrido es un placer para los sentidos por el cordal cimero y sobre estrecho sendero. En un suave diente de sierra la ruta pasa por la 2ª cota satélite del Urdaburu, el Gorostegi, y la siguiente altura tras el collado de Pixalekuta es Notixitxar, la más alta, separada de las marcas, que se pisa en ida y vuelta y desde donde, por primera vez, se llega a divisar la lámina de agua del embalse del Añarbe, que hidrata San Sebastián y Oarsoaldea.
Aquí se cambia el rumbo. De un S claro a un SW para iniciar el cierre del «bucle» camino de la última cumbre, separada del sendero a través de un imponente bosque de pago motxa y que se alcanza también en corta ida y vuelta, el Saratxe.
A partir de aquí un rápido y fuerte descenso deja a los montañeros al borde del Urumea, en la cercanías del caserío Argorri y muga con Errenteria. Ahora, a la dcha, en un suave tobogán, sobre la ribera dcha del rio y sus meandros, se circunvala la península «Irakurri», donde se construyó la fábrica de cervezas Keler de Arano, ahora en plena demolición. A partir de aquí, y nuevamente en Hernani, el excursionista cubrirá los últimos compases de esta excursión hasta Ugaldetxo, fin de la correría, donde confirmará que esta sugerencia es un ejercicio «de espectáculo y fantasía».