Si algún mensaje fue constante a lo largo de la pasada semana por parte de los jugadores en sala de prensa fue el de que su actual míster es un técnico que prepara al detalle los encuentros a disputar. Dicho así, podría derivarse que anteriormente no se hacía, con lo que la labor de su predecesor en el cargo quedaría en entredicho, si bien esta sería una interpretación excesivamente drástica.

Lo que está claro es que la forma de entender el fútbol por parte de Gracia y de Mendilibar no parece ser excesivamente coincidente. El primero aboga por amoldarse al rival, mientras el segundo mantenía una idea inamovible de juego, ambas con sus virtudes y defectos. Ni la del de Donibane va a ser la panacea ni la del de Zaldibar era un desastre, pues sirvió para salvar al equipo e incluso rozar Europa. Ojalá la actual repita similares logros.