La incertidumbre prevalecía ayer en Praga después de que las elecciones legislativas anticipadas del domingo otorgaran una estrecha victoria a los socialdemócratas del CSSD y un inesperado gran resultado a los neopopulistas de ANO, lo que complica las negociaciones sobre una futura coalición de Gobierno.

La dirección del CSSD votó ayer a favor de pedir la dimisión de su líder, Bohuslav Sobotka, que esperaba lograr un 30% de los votos y conformar una mayoría con los comunistas del KSCM, pero tuvo que conformarse con un 20,45%. Su potencial aliado logró solo el 14,91% de los sufragios. Ambos suman 83 escaños en una Cámara Baja de 200 electos, muy por debajo de la mayoría prevista.

«Ningún Gobierno será ahora posible sin el apoyo, activo o pasivo, de ANO», señaló el politólogo Tomas Lebeda a AFP.

Sobotka auguraba una negociación difícil antes de que la Ejecutiva de su partido aprobara también expulsarle de la comisión de cuatro miembros elegida para negociar la formación de un Gobierno de coalición.

La destitución fulminante de Sobotka sorprendió incluso a miembros del CSSD, como el eurodiputado Richar Falbr, que la tildó de «asesinato».