El Ibex dio muestras de falta de consistencia. Se replegó por debajo de los 9.800 puntos para esperar a los comentarios de la Reserva Federal sobre la economía y las perspectiva de cambio en el programa de compra de deuda. Además, llegaban noticias poco alentadoras desde Estados Unidos en relación al empleo, el principal elemento a la hora de planificar la política de estímulos. Este mes se habrían creado, dentro del sector privado y de acuerdo al informe ADP, tan solo 130.000 empleos, frente a loas 150.000 pronosticados por los expertos. Y la falta de consistencia de las bolsas tenía en Europa otro motivo: el comienzo de los test de estrés bancario en noviembre. Si bien todos dicen estar en condiciones de afrontarlo, los miedos a suspender la evaluación están haciendo crecer la ola del nerviosismo, sobre todo después de haber recibido préstamos generosos por parte del BCE. En el Ibex, el esperar y ver le supuso ayer una pérdida del 0,86%, hasta los 9.778,70 puntos. En Europa, solo Londres (+0,04%) esquivó el rojo. Por su parte, Fráncfort y París cedían menos de un 0,10%. En el Ibex, despuntó al derrumbe de Viscofan (-7,72%), tras confesar que no va a cumplir sus previsiones del año. Dia y Bankinter, que bajaron más de un 2%, le secundaron en el podio de los perdedores. Entre los grandes, los peores eran Telefónica (-1,54%), BBVA (-1,34%) y Santander (-1%). En el lado de las ganancias, los mejores fueron Grifols (+1,53%) y Acciona (-1,36%). Dentro del Cac, Danone y Technip encabezaron las caídas al ceder más de un 2%, mientras que Sanofi (+2,44%) acabó al frente de los ganadores.