GARA > Idatzia > Kultura

CRíTICA: «Grand Piano»

Suspense con puesta en escena y desenlace operísticos

p051_f01.jpg

Mikel INSAUSTI

Vaya por delante que no me entusiasma el cine de Rodrigo Cortés, por lo que no soy quién para decir si su apadrinado Eugenio Mira está a su altura o no. Sea como fuere, si puedo asegurar que no se acerca ni de lejos a los ilustres referentes cinéfilos en los que se basa: Alfred Hitchcock y Brian De Palma. Ni siquiera está al nivel de thrillers claustrofóbicos recientes como «Última llamada», realizado, aunque cueste reconocerlo, por ese infravalorado artesano que es Joel Shumacher.

«Grand Piano» es un puro artificio hecho para el tipo de público que quiere permanecer entretenido durante no más de hora y media en una sala oscura, para olvidar lo que ha visto en cuanto abandona el local. Yo coincido en lo segundo, pero no en lo primero, ya que todo en la película es de una ligereza que apenas logra mantener mi atención puesta en la pantalla. Es como si estuviera viendo un lujoso spot navideño, de los que por no dejar no dejan ni la resaca de la burbujeante bebida que anuncian.

En ningún sólo instante me llegó a creer el personaje del concertista interpretado por Elijah Wood, a no ser que en otra vida hubiera sido acróbata o trapecista. Para ser un apocado artista que sufre de miedo escénico, no veas cómo se defiende en las escenas de acción, superando cualquier peligro con la destreza «cómica» de un Harold Lloyd. Pero esto no es una comedia, y se supone que el público tiene que sentirse identificado con la sensación de amenaza y peligro que soporta el protagonista.

Es que ni como músico convence, porque su comportamiento ante el piano deja bastante que desear, con continuos descansos, paseos entre bastidores, discursos y otras licencias que no se tomaría ningún cotizado pianista de música clásica, debido al nivel de exigencia al que están sometidos. Tiene más gracia la presencia simbólica de su maestro Patrick Godureaux, a quien en las fotos presta su imagen el veterano Jack Taylor. Es el supuesto compositor de la pieza «La Cinquette», obra en realidad del encargado de la banda sonora Víctor Reyes.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo