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La falta de liquidez de la obra social de Kutxa pone en riesgo a Inbiomed

El centro donostiarra de investigación en medicina regenerativa necesita un parche inmediato de 2,1 millones de euros, aunque ello no garantizaría su viabilidad. La obra social de Kutxa no está cumpliendo con su compromiso de financiar el 60% del proyecto.

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Oihane LARRETXEA | DONOSTIA

La falta de financiación de Inbiomed, centro de investigación en medicina regenerativa vinculada a la obra social de Kutxa, hace tambalear el proyecto. Hace meses que los investigadores que allí trabajan vienen alertando de la situación que atraviesan; ayer hicieron otro tanto en las Juntas Generales de Gipuzkoa, en la Comisión de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo.

Su presidente, Gurutz Linazasoro, junto a Jon Fernández, investigador que tomó la palabra en nombre de todos los profesionales de Inbiomed, admitieron que el panorama es «muy delicado».

Si bien en el año 201o se diseñó un Plan Estratégico con una inversión de 23'5 millones de euros para los siguientes cinco años, la realidad dista mucho de aquel esquema. Principalmente porque Kutxa no ha podido cumplir con su compromiso inicial de invertir 1,4 millones de euros anuales. La entidad guipuzcoana solo ha podido asignar 696.000 euros, una cantidad que Linazasoro consideró «insuficiente». Así, Inbiomed se suma a la lista de proyectos que la citada obra social ahora no puede respaldar por falta de liquidez.

El año pasado Inbiomed reorientó su estrategia en aras de lograr dicha financiación, pero esta maniobra tampoco fue suficiente y en enero de este 2013 ejecutó un ERE que se llevó por delante al 30% de la plantilla, además de reducir los salarios un 11% y limitar su presupuesto a 2,4 millones de euros. El centro, recordó su presidente, es único en Euskal Herria y un referente en el Estado español.

Desde primeros de año se han dado casos de científicos que han optado por marcharse porque, tal y como comentó Fernández, el esfuerzo que están haciendo para mantener los proyectos a flote es titánico. Aparte de la reducción salarial -que oscila entre los 17.000 y los 23.000 euros netos anuales-, no se renuevan los contratos y hay un retraso en los pagos salariales de hasta tres meses. «Estamos trabajando de forma responsable y seguimos aquí porque creemos en ello, pero hay muchos obstáculos -declaró-. Hay una importante falta de material, y esto ralentiza los proyectos, si no los detiene. Tenemos los medios y el equipo. Solo nos falta el impulso».

Reunión con Lakua

A día de hoy, y solo como un parche a corto plazo, Inbiomed necesita 2,1 millones de euros. No obstante, esta inyección de dinero no garantizaría su sostenibilidad. Por el momento, las ayudas más inminentes las recibirá desde la Diputación de Gipuzkoa. El montante asciende a 780.000 euros, de los que 400.00 han sido pactados entre el Gobierno foral de Bildu y el PNV tras acordar recientemente el reparto del déficit.

Conscientes de que las Juntas no tienen competencias, pero sí capacidad, pidieron a los representantes que hagan de altavoz en otras instancias. Sobre la implicación de Lakua, tanto Fernández como Linazasoro admitieron haber recibido su compromiso, pero lamentaron que por el momento hayan sido «solo palabras». El próximo 8 de noviembre se celebrará una reunión entre ambas partes.

aportaciones

Al fallar las aportaciones de Kutxa, el presidente de Inbiomed, Gurutz Linazasoro, dijo que están esforzándose en lograr más financiación privada.

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