Delegados del sindicato LAB se concentraron ayer coincidiendo con un desayuno de trabajo organizado por Adegi y Kutxabank sobre «Retos de la industria vasca» para denunciar que la patronal «no está dispuesta a abordar los debates que necesita la economía vasca».

La secretaria de acción sindical y negociación colectiva de LAB, Garbiñe Aranburu, señaló que «ya va siendo hora de pensar como país», porque Euskal Herria no puede «mejorar» su economía sin capacidad para «adoptar decisiones propias», y censuró que la patronal «no está dispuesta a entrar en ese tipo de debates y está jugando a corto», ya que basa la capacidad competitiva de la economía vasca en la reducción de costes laborales.

Reclamó un nuevo modelo ya que, de lo contrario «el tejido productivo se va a seguir destruyendo», en alusión al cierre de Fagor o el traslado de Tubacex a Cantabria.

A esta empresa se refirió precisamente el presidente de Adegi, Pello Guibelalde, en su alocución. Así, aseguró que en las plantas de esta empresa en la CAV el coste por empleado «se eleva a 34,83 euros, frente a los 29 euros por hora en su planta de Austria y los 19,80 euros en la de Pensilvania». A ello añadió la menor jornada anual y el mayor «absentismo», circunstancia que en Gipuzkoa, según Guibelalde, «se da corregida y aumentada», por lo que reiteró que es preciso «trabajar más y mejor, y ser más flexibles».