Apagón masivo en Arratia en contra de la desertización industrial de la comarca
Los diferentes municipios de Arratia salieron ayer a la calle y apagaron las luces en señal de apoyo a la iniciativa social y laboral para presionar y evitar que se produzca la desindustrialización. Además se solidarizaron con los trabajadores de Incoesa y FCC Alfus.
Juanjo BASTERRA | BILBO
La plataforma Arratian Lan eta Bizi! valoró de manera muy positiva la respuesta a la iniciativa del apagón «Argie Amatau etorkizune izitako» contra la desindustrialización de la comarca.
La iniciativa contó con la adhesión de diferentes agentes y organizaciones que se materializaron en apoyos desde diversos ámbitos, como el político, sindical y social. Los organizadores destacaron la aprobación de mociones presentadas en los ayuntamientos con el apoyo de todos los grupos con representación en Lemoa, Bedia y Artea -PNV, EH Bildu, PSE y Aldatuz- y en Dima e Igorre con respaldo de EH Bildu e Igorre Danontzat.
En el ámbito laboral, los sindicatos ELA y LAB comunicaron el pasado lunes por medio de una rueda de prensa las adhesiones de los comités de casi una docena de empresas entre las que se encontraban Cementos Lemona, Ormazabal, Negarra o Alyasa.
Durante todo el día de ayer se concentraron trabajadores a las puertas de sus centros de trabajo para reclamar futuro para Arratia. Fueron en GEA Ibérica, Forjas Unidas y Technichapa. El apagón fue visible en el exterior de las instalaciones fabriles y de los diferentes municipios de Arratia.
Las concentraciones convocadas en las plazas de todos los pueblos de Arratia reunieron a alrededor de 300 personas destacando las concentraciones de Lemoa, Bedia, Igorre, con los alcaldes a la cabeza, Dima y Aretaza. Estas se llevaron a cabo a la luz de velas encendidas por los participantes y dieron comienzo con el sonido de sirenas instaladas en coches y plazas que anunciaban la hora del apagón.
Por último, la plataforma Arratian Lan eta Bizi! recordó que, «pese al éxito de la convocatoria, aún queda mucho por hacer, ya que todavía están vigentes los conflictos de las empresas Incoesa y Alfus».
Los organizadores entienden que «solo un nuevo modelo social y económico puede dar la vuelta a esta situación. Pasa por un giro en las políticas económicas de las instituciones en este país», concluyeron.