Raimundo Fitero
No en lunes
Lo ponen fácil para soltar un discurso demagógico, porque existen bastantes problemas más acuciantes y de mayor importancia, como para perder el tiempo en esas aparentes chorradas, pero resulta que no, que el fútbol es lo importante. O al menos es lo que desde todos los frentes intentan trasladar a amplias capas de la sociedad. Y lo hacen con instrumentos de convicción potentes, logrando identificaciones con equipos, colores, jugadores más allá de cualquier noción sociológica coherente. Baste comprobar como se ha celebrado como un triunfo patriótico que el jugador brasileño Diego Costa decida jugar, se supone que por dinero, con la selección de España. Patético.
Llevamos un otoño en el que durante varias semanas hay fútbol todos los días de la semana. En esta que acaba se han jugado dos jornadas de la Liga, es decir que no hay presupuesto que lo soporte, ni relación convivencial plural que lo aguante sin conflicto porque además se escalonan en horarios para no dejar respiro a otras opciones televisivas de quienes tienen plataforma de pago. Pero hagan un ejercicio sencillo: fíjense como están de medio vacíos o medio llenos los campos de fútbol donde no se juega el partido del siglo de cada mes. La burbuja del fútbol está a punto de reventar. Esperemos que cuando suceda no sea en lunes, por favor.