Aunque los «idus de marzo», según la Wikipedia, «eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, además del decimotercer día el resto de los meses del año», pasarán a la historia por ser la fecha en la que Julio César fue asesinado. Para más inri, según el escritor griego Plutarco, César había sido advertido del peligro, pero había desestimado el aviso.

En lo que al Laboral Kutxa Baskonia se refiere, los entrenadores deberían tragar saliva cuando lleguen los «idus de noviembre». Nada menos que Herb Brown, Salva Maldonado, Pedro Martínez y Dusko Ivanovic caían irremisiblemente a lo largo de estos 30 días. El más doloroso, sin duda, el cese del técnico de Bijelo Polje: «La decisión más difícil que he tenido que tomar en 25 años de presidencia», según Josean Kerejeta.

Con todo, hay que reconocer que Sergio Scariolo llega a este mes de noviembre con cierto margen de maniobra y sin peligro real de perder la cabeza. Por un lado, está la magnífica victoria ante Lietuvos Rytas, practicando además el mejor juego de toda la temporada, con algo parecido al carácter en jugadores como Andrés Nocioni o un Milko Bjelica que intentará repetir en Sevilla su buena actuación de Vilnius. Ese 64-85 no solo puede significar un balón de oxígeno de cara a las opciones gasteiztarras de jugar el Top 16, sino que suponen un colchón de paciencia en caso de que los siguientes resultados vuelvan a la senda de lo errático y lo mediocre.

Además, están las bajas. El golpe de Heurtel en el muslo y la gastroenteritis de Causeur impide a los dos jugadores franceses ir a Sevilla, mientras que Kelati, «activado» para el duelo de esta tarde, y San Emeterio, probarán si pueden jugar o no poco antes de las 20.15. No hay lugar para ser impaciente.

Acusando el golpe

Amén de que el Laboral Kutxa Baskonia afronta este primer choque de noviembre con un inesperado triunfo en la Euroliga, también parece que se enfrenta a un adversario ideal. El Cajasol de Aíto García Reneses aún no ha ganado un partido liguero, y tanto su plantilla como su afición parece estar acusando el golpe del mal inicio.

Además, uno de los jugadores llamados a dar un paso adelante en la escuadra hispalense, el balear Joan Sastre, es duda. El alero, que lleva un arranque de temporada decepcionante, está aquejado por una lumbalgia.