Un equipazo como el Barcelona pegaba el petardazo el jueves pasado. El modesto equipo francés del Nanterre se imponía en el Palau Blaugrana por 67-71, después de darle la vuelta al luminoso con un parcial final de 9-20. Xavi Pascual, siempre tan cuestionado desde que llegó, está una vez más en la picota, y eso es algo que los miembros de Gipuzkoa Basket ansían aprovechar para salir victoriosos de una plaza tan difícil, igual que en la temporada 2006/07.

Eso, o que a los donostiarras tal vez les toque pagar el precio de una vajilla al completo, no solo los platos rotos. Por lo pronto, siempre hay que temer de un rival tan poderoso como el Barça, y más si está herido. Asimismo, hay que recordar que en la última visita a la cancha blaugrana, el pasado 6 de enero, los pupilos de Sito Alonso se llevaron una de las palizas más sonrojantes, si no la que más, de toda su historia: un 98-50 que hundía a los guipuzcoanos en la miseria absoluta.

«Nosotros afrontamos el partido con la idea de recuperar sensaciones», resumía Sito Alonso ante la prensa. «Sabemos que nos enfrentamos a un rival de máxima dificultad, y sabiendo eso, buscamos la perfección en las cosas que ejecutemos», añadía.

Consciente de lo que le puede esperar, Alonso incidía en que «lo más importante es ser fieles a lo que hicimos en pretemporada y que hemos dejado de hacer en la Liga».