DERBI REAL-OSASUNA EN ANOETA
Pardo acaba con la resistencia osasunista a balón parado
Tres jugadas de estrategia sacadas de forma magistral por Pardo y rematadas por Ansotegi, Iñigo Martínez y Griezmann pusieron fin a la negación realista ante Osasuna, que se entregó al comienzo del segundo tiempo al encajar el 2-0 y quedarse con diez por la expulsión de Loties.
REAL SOCIEDAD 5
CLUB ATCO. OSASUNA 0
Joseba ITURRIA
La Real rompió con su negación ante Osasuna, al que no había conseguido marcar un gol en los cuatro partidos de las dos últimas temporadas, gracias a su acierto en las jugadas de estrategia a las que tan poco rendimiento sacaba. Lo hizo justo el día en el que Arrasate alineó menos jugadores que dominan el juego aéreo al dejar en el banquillo a Xabi Prieto y Agirretxe.
Una falta y dos corners sacados de forma magistral por Rubén Pardo acabaron antes de cumplirse la hora con cualquier emoción ante un Osasuna que además se había quedado con diez tras el 2-0 por una rigurosa expulsión de Loties. En ese instante acabó el partido y la media hora final la dedicaron los entrenadores a pensar en sus partidos del martes contra el Manchester y el viernes contra el Almería y los jugadores ofensivos realistas que menos han aportado a buscar goles y asistencias para levantar su moral.
Eso permitió a la Real marcar cinco goles, lleva doce en los últimos cuatro partidos de Liga tras marcar solo seis en los siete primeros, y seguir como equipo que menos recibe como local, solo tres en seis partidos. Lleva diez de los últimos doce puntos jugados en Liga y además con rotaciones que ayudan al equipo a competir con solvencia.
Arrasate pensó en el partido histórico de la Champions contra el Manchester al presentar seis cambios con respecto al once que había jugado, en su opinión, los mejores 75 minutos de la temporada en Valladolid, que también presentaba cinco novedades con respecto al que ganó al Almería. Esas rotaciones no solo le ayudaron a ganar el partido, también a preparar el del martes y a sentirse válidos a todo el conjunto de la plantilla.
Osasuna, sin rotaciones
El técnico de Osasuna, Javi Gracia, no puede permitirse tantas rotaciones. Bastante tiene con formar un solo cesto con las mimbres que tiene, y presentó su once titular por tercer partido en siete días y solo resistió bien a la Real hasta que Rubén Pardo encontró la llave de la cerradura del entramado defensivo osasunista al conectar con Jon Ansotegi en el primer gol.
A partir de ahí la Real fue mejor en el último cuarto de hora del primer tiempo, aunque tuvo que esperar al comienzo del segundo para sentenciar el partido. En once minutos Osasuna recibió tres golpes duros con dos goles casi seguidos a balón parado y una expulsión rigurosa de Loties y ahí se acabó el encuentro porque con un 3-0 en contra y diez jugadores no había opciones para Osasuna con una Real con hambre de gol que no tuvo rival en la segunda parte.
Porque no solo Arrasate pensó con sus cambios en el partido del martes al retirar a Zurutuza, Vela y Griezmann. Antes Javi Gracia había dejado claro que el único partido que le preocupaba ya era el del viernes y por eso sustituyó a Arribas, con cuatro tarjetas, y acabó el partido sin sus centrales titulares para no arriesgarse a quedarse sin los dos contra el Almería.
También Osasuna dio la sensación de acusar los tres partidos jugados por un equipo que no puede permitirse cambios ni bajones en su intensidad. Aguantó bien la primera media hora de partido, en la que apenas se pudo contabilizar un remate realista de Chory Castro sin peligro. Tampoco Osasuna inquietaba a Bravo, pero por lo menos en los primeros veinte minutos combinaba bien en el centro del campo y Roberto Torres tuvo destellos de su calidad.
Un comienzo engañoso
Porque el partido empezó con un alto ritmo de juego y llegadas de los dos equipos a las áreas en los primeros minutos, pero pronto Osasuna entendió que no le convenía jugar de esa manera ante la Real. Jagoba Arrasate había apostado por jugar sin un delantero centro específico y con tres pequeños que agradecían los espacios para aprovechar su velocidad y superar la defensa adelantada rojilla y el inicio le venía bien.
Por ello Osasuna devolvió el partido enseguida a lo que es habitual en sus visitas a Donostia, con mucho orden defensivo y líneas juntas que provocaron que en todo el primer tiempo la Real solo creara peligro en dos acciones a balón parado. En la primera Iñigo Martínez cabeceó bien fuera un corner y en la segunda Ansotegi marcó e hizo buena la discutida decisión de dar descanso a Mikel González.
Sin tiempo para calibrar la capacidad de reacción de Osasuna en el segundo tiempo, Rubén Pardo volvió a encontrar a Iñigo Martínez en un saque de esquina y Vela provocó la rigurosa expulsión de Loties. Ahí se acabó el partido porque enseguida Pardo obligó a Andrés Fernández a una buena parada y en el corner que siguió el riojano encontró a Griezmann para que marcara su séptimo gol, el sexto en los últimos cuatro partidos. Además luego le anularon otro por fuera de juego inexistente.
Osasuna desapareció del partido y la Real jugó a placer. Marcó cinco goles, pero tuvo opciones de sumar incluso más. Lo mejor para los blanquiazules es que Chory Castro marcó su primer tanto en una buena jugada de Seferovic, que luego anotó y se equivocó con otro gesto desafortunado. Solo Agirretxe se quedó sin marcar, pero participó en el quinto gol, que debió ser anulado por fuera de juego.