A. G.

Las alarmas en el seno de Planasa Navarra están a pleno funcionamiento. Todas ellas, además, porque el conjunto navarro no ha ganado un solo partido después de cinco jornadas. El Peñas Huesca se llevó el triunfo del polideportivo Anaitasuna por un claro 70-81, después de romper el partido en el segundo y tercer cuartos.

La relación de robos y pérdidas de cada equipo deja bien a las claras que uno de los graves problemas de Planasa Navarra está en su ataque estático: 3 robos por 21 pérdidas, mientras que la escuadra oscense disimulaba sus 18 balones perdidos con 8 recuperaciones.

Después de un primer cuarto muy igualado, los jóvenes prodigios del Peñas Huesca empezaron a tomar el mando del partido. Pierre Oriola por dentro y Marius Grigonis desde fuera -38 puntos entre los dos- rompieron el partido, y Planasa Navarra se quedaba sin respuesta, al verse 31-42 al descanso.

Tiros libres favorables

Peñas Huesca remató el partido en el tercer cuarto, con un parcial de 16-23. La defensa iruindarra quería apretar, pero se encontró con que su rival sacaba múltiples personales, y aprovechaba los viajes a la línea de tiros libres para romper el encuentro definitivamente.

De la mano de Robertas Bitinas, a golpe de triple, los de Ángel González Jareño redujeron algo su desventaja. Pero las pérdidas y la calma que mostró su rival impidieron que Planasa Navarra pudiera aspirar a nada más que a perder por una diferencia digna. Mucho ojo.