La crisis de relaciones con los aliados hacen volver a Kerry a Oriente Próximo
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, comienza hoy una gira por ocho países que estará marcada por el intento de recomponer relaciones deterioradas con Arabia Saudí y con Egipto y por la creciente fragilidad de las conversaciones entre israelíes y palestinos.
GARA | WASHINGTON
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se ve forzado a regresar a Oriente Próximo, donde Washington ve deteriorarse relaciones históricas con sus aliados. Uno de ellos, Arabia Saudí, ha formulado abiertas críticas a Estados Unidos por su incipiente apuesta por la diplomacia con Irán, su supuesta falta de firmeza en Siria al no dar prioridad a una intervención militar y lo que perciben como un apoyo a los partidarios del depuesto Mohamed Morsi en Egipto.
La visita de Kerry a Riad se produce apenas dos semanas después de que el reino wahabí rechazara su asiento como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El príncipe Bandar Bin Sultan, jefe de la inteligencia saudí, describió la medida como «un mensaje para Estados Unidos, no para la ONU»; y el pasado martes, otro miembro de la familia real, Turki Al Faisal, calificó de «lamentable» la política de Obama en Siria en un discurso en Washington.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, subrayó el jueves que esos comentarios «no fueron del Gobierno saudí como tal, sino de uno o dos funcionarios», por lo que se espera que Kerry trate de averiguar en Riad si el rey Abdalá comparte las críticas.
Acercarse a Egipto
Pero antes de llegar a Arabia Saudí, hoy Kerry hará una escala de solo unas horas en la capital egipcia. Esta visita no estaba incluida en la agenda de su gira por algunos países de la región y supone el primer viaje de Kerry a Egipto desde el derrocamiento del presidente egipcio, el islamista Mohamed Morsi, en un golpe de Estado, el pasado 3 de julio pasado.
Además, la visita -que Washington no ha confirmado hasta el último momento- se produce la víspera de comience el juicio contra Morsi y en medio de las movilizaciones de sus partidarios.
«Creo que iremos a El Cairo en algún momento en las próximas semanas y he insistido en tener una reunión con la sociedad civil», había adelantado Kerry en un encuentro con empleados del Departamento de Estado. Después de haber evitado hablar de «golpe de Estado» para referirse al levantamiento militar que derrocó al presidente electo, y en un giro drástico en las relaciones con Egipto, un aliado clave en la región, Washington anunció el pasado octubre la congelación de parte de su ayuda a este país, que tan solo en el ámbito militar asciende a 1.500 millones de dólares. Se suspendería una transferencia de 260 millones de dólares al contado y otros 300 millones de dólares en garantías de préstamo, así como la entrega de helicópteros Apache y cazas F-16.
Tras esta decisión, el ministro egipcio de Exteriores, Nabil Fahmi, reconoció un enfriamiento de los lazos entre su país y EEUU, que, en su opinión, se ha producido en una etapa «muy crítica» para el futuro de la región.
Siria o las agonizantes negociaciones entre israelíes y palestinos centrarán también esta gira que incluye Polonia, Israel, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Marruecos.