Aunque sin haber transcurrido demasiadas horas, la plantilla osasunista ya ha comenzado a digerir y olvidarse de la abultada derrota que encajó en Anoeta. El equipo navarro sabe que, dada su situación, no puede quedarse anclado en rumiar adversos marcadores y sí encarar con renovada moral lo que le espera a corto plazo, nada menos que un importantísimo duelo ante un rival directo como es ahora mismo el Almería.

A favor de esa dinámica, Roberto Torres, uno de los pocos que se salvó del suspenso en el estadio donostiarra, quiso lanzar un mensaje de optimismo: «No hay que dramatizar, solo ha sido un partido y el equipo está bien». No lo estuvo tanto a balón parado, un déficit que el de Arre no supo explicar, a no ser por «fallos puntuales», motivados porque hasta ahora los rojillos marcaban en zona y ahora lo hacen al hombre. «En el siguiente partido hay que intentar que cada uno esté en su sitio lo más fuerte posible y que no vuelva a suceder», señaló.

Lo cierto es que el futbolista navarro admitió que del tema se había hablado en el vestuario porque «se trata de corregir los errores en un conjunto que siempre se ha caracterizado por ser sólido en la estrategia, tanto en defensa como ataque». Ello, sin embargo, no va a generar dudas, «ya que tenemos muy claro lo que somos y lo que sabemos hacer. Confíamos mucho en nosotros mismos y lo demostramos tras perder en Sevilla, pues salimos a comernos al Rayo. Lo mismo vamos a hacer frente al Almería, saldremos a muerte», adelantó.

«Jugamos bien a ratos»

Dentro de lo malo, la primera media hora que ofreció el cuadro navarro se podría calificar de aceptable, opinión que compartió Roberto Torres. «Habiendo perdido 5-0, puede que suene extraño decir que jugamos bien a ratos, pues el equipo no estuvo tan mal como lo que dijo el resultado, en ciertas fases estuvimos bien con el balón, intentamos permanecer ordenados y nunca dejamos de dar la cara», resaltó.

Y en ese espacio de tiempo en el que Osasuna pareció un conjunto que iba a dar más guerra uno de los destacados fue el canterano. «Me vi mejor físicamente de lo que me esperaba después de una semana tan dura, al jugar tres partidos en seis días, casi 90 minutos en cada uno de ellos. De todos modos, no vale para nada jugar solo media hora», matizó.

Por extensión, el derbi también fue decepcionante para la afición rojilla que se desplazó hasta Donostia, aunque ello no fue obstáculo para que animase sin parar, incluso con cinco goles en contra. «Somos unos afortunados y debemos estarles muy agradecidos a toda ese gente que nos apoya, sobre todo cuando las cosas van mal», apuntó Roberto Torres.