La fe y tesón de Novak Djokovic le permitió hacerse por segunda vez -ya ganó en la edición de 2009- con el Torneo de Bercy, último Masters 1.000 del año, al imponerse por un doble 7-5 en la final a David Ferrer, quien dominó en los dos sets, pues en ambos sacó para ganar, pero cuando llegó el momento decisivo al tenista alicantino se le encogió la mano.

Con esta nueva victoria, el serbio dejó claro que ahora mismo es el jugador más en forma del circuito, pues encadenó su decimoséptimo encuentro consecutivo sin perder, lo que ocurrió en la final del Open de Estados Unidos frente a Rafa Nadal. El balcánico sumó, asimismo, su sexto triunfo del año, el tercero de un Masters 1.000, junto a Montecarlo y Shangai.

No fue fácil, en todo caso, para el actual número dos del mundo, que estuvo abajo la mayor parte del encuentro, dominado por un Ferrer más regular, al que, sin embargo, doblegó al saber sobreponerse y acabar ganando. Lo hizo de manera calcada cuando el de Xàbia dominaba por 5-4, encadenando tres juegos seguidos, dándole la vuelta a ambas mangas y al resultado final del partido.

Interesante Masters

El triunfo de Djokovic propicia, de paso, que lo que ocurra en el Masters de Londres tenga un valor fundamental de cara a la lucha por el número uno. Para mantenerlo, Nadal tiene que ganar dos partidos como mínimo, mientras que el serbio está obligado a esperar a que falle el mallorquín y después vencer en sus cinco duelos del torneo de maestros, amén de en otros dos individuales de la final de la Copa Davis que su país disputará contra la República Checa la semana siguiente. Nadal nunca ha ganado el Masters, mientras que Djokovic ya ha sido campeón del torneo en dos ocasiones, la última el año pasado.