ALAVÉS 2

TENERIFE 2

Una semana después de que un penalti en el descuento premiara su reacción y le permitiera salvar un punto, el Alavés vivió la otra cara de la moneda. Al menos en lo que respecta al desarrollo del encuentro, en el que los albiazules, como el Zaragoza la jornada anterior, llegaron al descanso con dos goles de ventaja para acabar viendo cómo el rival les levantaba dos puntos.

Otra cosa es lo que se vio sobre el césped. Lamentablemente, habrá que decir, porque el Alavés solo se pareció a la escuadra maña en lo malo. Es decir, en permitir que el rival remontara semejante distancia. Renta que, contrariamente a lo que sucedió en La Romareda, se debió a la efectividad, mucho más que al juego. Porque la escuadra gasteiztarra no fue mejor que el Tenerife, que tampoco hizo nada del otro mundo, pero al menos tuvo el balón e intentó moverlo con criterio. A cambio, los hombres de Natxo González tiraron de puntería. Tres llegadas claras, dos goles.

El primero, cómo no, lo firmó Borja Viguera a los siete minutos, aunque el riojano debe compartir esta vez el honor con Bruno, en quien tocó el balón, descolocando a Roberto y propiciando que se convirtiera en el 1-o. A los veinte minutos era Jagoba Beobide el que contribuía a lo que parecía el reencuentro albiazul con el triunfo, al cazar el balón en el área y rematar cruzado. Poco más podía pedir el Alavés -que estuvo a punto de sentenciar con una gran acción de Viguera, rematada por Guzmán y que dio en un zaguero tinerfeñista, esta vez para que el balón saliera desviado-, más aún teniendo en cuenta lo pobre que resultó el primer tiempo.

Lamentablemente, lejos de mejorar, la tarde empeoró en el segundo. El Tenerife, al que no le quedó otra que poner toda la carne sobre el asador, volvió a mostrarse superior a su anfitrión y, además, esta vez le acompañó la fortuna. El amago fue para el recién incorporado Cristo Martín que, con la puerta vacía, envió el balón a la grada. El gol, un minuto después, para Ayoze, que aprovechó un error defensivo en un córner.

No se desmelenaron los canarios, pero buscaron con ahínco la remontada. Pudo costarles un disgusto porque el Alavés dispuso de un par de contras claras para sentenciar. Pero la puntería se había gastado en el primer tiempo y el esfuerzo visitante y las imprecisiones locales acabaron desembocando en el empate, con un penalti cometido por Jarosik y marcado por Luismi Loro.