laboral kutxa baskonia | Rumbo a Valladolid
La hora de la bofetada terapéutica
Después de las derrotas ante Cajasol y Estrella Roja, los gasteiztarras buscan en Valladolid volver a ganar, con el regreso de Heurtel.
Valladolid - Laboral Kutxa
Arnaitz GORRITI
Desde los cómics de Ibáñez a los casos clínicos serios, de cuando en cuando la denominada «bofetada terapéutica» consigue sacar al paciente de un estado de ensoñación y falta de conexión con la realidad para volver a situarlo en su lugar y momento precisos. A un nivel más modesto y mundano, la «bofetada a tiempo» evitó que muchas personas -incluido el que escribe- superara en exceso su cuota razonable de idioteces. No es esta una apología a la violencia física, pero sí la constatación de que el Laboral Kutxa Baskonia se halla inmerso en una suerte de catatonia incomprensible y hay que despabilarlo desde ya, empezando por el partido de este mediodía en Valladolid, y que para ello quizá sea mejor una bofetada terapéutica que posteriores puñetazos.
Después de ganar en la cancha de Lietuvos Rytas, parecía que la escuadra baskonista hallaba un poco de calma, aún por encima de las bajas, pero las derrotas en Sevilla y en casa frente al Estrella Roja de Belgrado han vuelto a disparar las alarmas. Las bajas, además, se complican. Hamilton no termina de sanar y los problemas de Causeur parecen más graves que los que provoca una gastroenteritis, ya que se empieza a especular con problemas renales. Algo hace falta para enderezar el rumbo gasteiztarra, y ha de ser drástico.
En verdad que el amante del juego controlado no verá ningún remedio más radical que la vuelta a la cancha de Thomas Heurtel, un base que puede presumir de muchas cosas, pero no de ofrecer pausa y control al juego. Al menos le dará respiro a Hodge, ahora que el portorriqueño se encuentra en pleno proceso de adaptación a lo que Sergio Scariolo le pide. Heurtel ofrecerá su juego alocado, sus canastas «contra sistema y natura», y de paso descargará a Van Oostrum de responsabilidades que aún no le corresponden. Viendo cómo le va a la escuadra baskonista, todo son ventajas.
Jugar en equipo
«Hay que levantarse después del bajón de estas derrotas. Para volver al buen camino, lo que tenemos que hacer es ganar», declaraba en la previa David Jelinek, una de las gratas sorpresas del Laboral Kutxa Baskonia.
El escolta checo coincidía con su entrenador al opinar que, para volver a ese buen camino, «hace falta más que nunca jugar en equipo. Tal vez este año no tengamos a jugadores tan buenos individualmente, y hay que ser más equipo que nunca».
Jelinek abogaba por «evitar los bajones que solemos tener en varios momentos del partido, porque esos malos momentos nos han costado partidos como el último de la Euroliga. Además, tenemos que estar bien atrás. Contra el Estrella Roja nos costó de inicio en defensa, y aunque luego nos metimos, hubiera sido más fácil de haber apretado desde el inicio».
El Baloncesto Valladolid parece una empresa compuesta por trabajadores eventuales. El trasiego de jugadores que vienen y se van del club pucelano está siendo constante. El último es el base Jason Rowe, que llega en lugar del argentino Porta.
«Estoy preparado para ser el líder del equipo, eso es lo que hace un buen base», expresó el jugador de Buffalo en su presentación realizada durante la semana. Chipre, Israel, Polonia, Argentina, Francia, Italia, Grecia, Turquía y Ucrania han sido sus destinos en 13 años como profesional.
«El equipo gana otra dimensión con él, ya que es un jugador con experiencia, es serio en su trabajo y aporta dirección y generación de juego», expresó el técnico Ricard Casas. A. G.
«Tenemos que evitar los bajones que nos dan en los partidos, porque eso puede significar la derrota», opina David Jelinek, «y además tenemos que estar mucho mejor atrás. Nos costó mucho ante Estrella Roja», añadía.
El escolta del Estrella Roja de Belgrado DeMarcus Nelson ha sido elegido el mejor jugador de la cuarta jornada de la Euroliga. El jugador estadounidense sumó 22 puntos y 31 de valoración en la primera victoria de su equipo, por 63-73, ante el Laboral Kutxa Baskonia.
En realidad, Nelson no fue el mejor en valores absolutos de esta cuarta jornada de la primera fase de la Euroliga, ya que el pívot francés del Estrasburgo, Alexis Ajinça, consiguió 34 de valoración. Pero su equipo perdió ante el Real Madrid por un claro 66-85, razón por la que la Euroliga lo relegó en la nominación en favor del escolta del cuadro serbio.
El máximo anotador fue el croata del Fenerbahçe Bojan Bogdanovic, con 26 puntos, y el pívot del Partizan Joffrey Lauvergne firmó 20 puntos y 10 rebotes. A. G.