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Gara > Idatzia > Ekonomia 2006-04-02
CCOO, UGT y CGT pactan «privilegios» para los delegados de Banca
El sector bancario batió el récord de beneficios en 2005. En el ámbito laboral, los empleados viven un caos, porque una parte muy importante de su sueldo es de retribución variable, depende del director de turno. CCOO, UGT y CGT han pactado que los delegados puedan disponer de los pluses y ascender de categoría, aunque se dediquen al sindicalismo. ELA y LAB rechazan este «trato de favor».

Pere Marqués, secretario general de la sección sindical de CCOO en Catalunya, entró a trabajar como subalterno en Banesto hace diecisiete años. Desde hacía quince años, Marqués no había tenido un ascenso. Pero a finales del año pasado, saltó de la categoría nivel nueve hasta el nivel cinco. Traducido en dinero significa que su sueldo ha aumentado ­sin contar el derecho a la retribución variable­ en 4.000 euros brutos al año, según encabezaba en “La Vanguardia” un artículo sobre la «profesionalización del sindicalismo» que se ha iniciado en el sector bancario y de los seguros con el permiso de la patronal.

Representantes de CCOO, UGT y CGTen Banesto cerraron en julio del año pasado un acuerdo para conceder «privilegios» a los delegados sindicales, para que puedan continuar su carrera profesional, obtener pluses y cobrar compensaciones aunque estén dedicando una parte importante de su actividad a la labor sindical, es decir, más de 70 horas al mes o liberados para ejercer la representación de los trabajadores. Hasta la fecha, los delegados sindicales que rebasaban las setenta horas mensuales, permitidas por la legislación laboral y sindical, no podían acceder a las retribuciones variables, a los pluses y a los ascensos. Los pluses se conceden de forma discrecional por parte de la dirección de cada centro, lo que hace que la nómina de cada uno de los casi siete mil empleados del sector de Banca en Hego Euskal Herria sea diferente.

Pese a que el acuerdo en Banesto se cerró en julio, no se comentó de forma abierta hasta diciembre y, ahora, esa raíz comienza a extenderse. En BBVA, se negocia un Estatuto de Representación Sindical; en el grupo Santander se pretende aplicar una fórmula similar para que beneficien los sindicalistas y en el seno de la aseguradora Axa se funciona en esa línea ya que, aunque existe un sistema de carrera profesional, se elude desde las jefaturas en beneficio sólo de algunos empleados.

El acuerdo de Banesto posibilita que los sindicalistas que dediquen más de setenta horas mensuales a su actividad tengan también derecho a percibir los pluses fijados fuera de convenio y que no se les paralice la posibilidad de ascender de categoría, sin tener que pasar por un sistema de elección o promoción.

Portavoces de las centrales firmantes señalaron a GARA que «no se trata» precisamente de privilegios, sino de «evitar una discriminación» que, a su juicio, padecen los delegados sindicales por ejercer la actividad de representación de los trabajadores.

ELA y LAB critican, sin embargo, este tipo de acuerdos, porque, en general, «pervierten» la actividad sindical y la dejan en manos de la dirección del banco, lo que significa en el corto plazo «una sumisión a los intereses de la dirección».

El acuerdo ha suscitado un debate interno entre quienes entienden que su- pone la obtención de unos beneficios personales y quienes consideran que pone fin a una discriminación y garantiza que haya relevo sindical.

El origen de esta situación se halla en el desequilibrio existente en la nómina de los empleados del sector bancario, ya que está en relación con la voluntad de los jefes. La paga se compone de una cantidad mínima fijada por convenio y de los diferentes pluses, complementos y retribución variable. Así entre un trabajador y otro, que se sienta junto al primero haciendo la misma labor, puede haber «una diferencia salarial del 60%», según los sindicatos firmantes.

Es una discriminación que lejos de finalizar se acrecienta año tras año, porque precisamente CCOOy UGT suelen llegar a acuerdos con la patronal bancaria, representada por AEB, que fija condiciones salariales «muy por debajo de los beneficios que se mueven en el sector o de los incrementos que obtienen los cargos directivos; ni terminan con la precariedad ni la subcontratación en un sector que se encuentra en pleno apogeo económico», subrayan ELA y LAB.

En los últimos siete años, los empleados de Banca han perdido casi un 8% en sus salarios, dado que los sindicatos CCOO y UGThan negociado a «la baja» en el conjunto del Estado español. ELAy LAB reclaman un convenio propio en Euskal Herria, para evitar que se acreciente esa pérdida de poder adquisitivo.

En 2005, en el convenio firmado por CCOO y UGT y la patronal bancaria, los trabajadores perdieron en su sueldo un 0,85% en relación a la inflación. Esta disminución del poder adquisitivo se produce en un contexto en el que se ha confirmado el récord de beneficios del sistema bancario español.El pasado año logró un aumento de sus ganancias del 58,8% respecto a los conseguidos en 2004, hasta los 12.334 millones.

Si en el convenio para 2005 el aumento del salario para los empleados se elevó en un 2,85%, los directivos lograron un incremento medio del 11% en sus altos emolumentos.

Además, el empleo en el sector se está reduciendo de forma estrepitosa. En Hego Euskal Herria se ha perdido un 19,31% de las plantillas en los últimos seis años y en un 31,8% en el Estado español.

Carlos Fernández, recién elegido secretario general de Comfia de Euskadi (CCOO), indicó a GARAque el acuerdo de Banesto «no es un privilegio, sino una medida de acción positiva encaminada a que la desigualdad se corrija».

A juicio de Fernández, «no podemos evitar que la promoción profesional exista y sea discrecional. Me gustaría que fuera más objetiva. También tratamos de regular el salario fuera de convenio, lo que no evitamos es que haya una retribución por incentivos».

Alberto Izquierdo, responsable del sector de Banca de UGT y empleado de Banesto, también se pronunció en la línea de que el acuerdo no supone un trato de favor hacia el sindicalista, sino el fin de la desigualdad. Para él, permitir que los representantes sindicales puedan acceder a los pluses y a los ascensos de categoría, aunque dediquen buena parte de su jornada laboral a la actividad de representación de los empleados, se justifica en «la estructura salarial que tiene la Banca. El convenio es de mínimos y hay una serie de niveles que están desregulados. A la persona que se mete a sindicalista, si tiene más de 70 horas de dedicación al mes, automáticamente se le retira el plus de complemento de trabajo, lo que le supone la desaparición de una importante cantidad en su retribución. Desde ese momento, olvídate de promociones, de nuevas negociaciones de complementos por tu puesto y nuevas responsabilidades. Tu curva de carrera queda cortada. No es normal que el sindicalista vea que quienes empezaron hace cinco, diez o veinte años junto a él tienen una retribución mayor y una categoría superior a la suya por estar en la actividad del sindicato; no es posible», asegura.

El responsable de UGT reconoce que en los sindicatos hay miedo «a perder delegados sindicales».

Juan Carlos Polo, responsable de Banca y Ahorro en ELA, explica que «nuestra postura es total y absolutamente en contra de cualquier privilegio. No sé por qué tienes que tener un trato diferente en la carrera profesional por ser sindicalista. Es decir, si el banco te ofrece un caramelo, difícilmente podrás representar los intereses del conjunto de empleados, porque le deberás siempre algo».

Polo dejó claro que «este tipo de acuerdos son una forma de desactivar el movimiento sindical, con lo que estamos en contra de forma radical». -

BILBO



URKIOLA (LAB): «no responde a los intereses de los trabajadores»
Joxean Urkiola, responsable de LAB Finantzak, asegura que las figuras de «sindicalistas de carrera» o «estatuto del delegado» son iniciativas que impulsan CCOO y UGT para justificar «el derecho de los sindicalistas a ser tratados por igual, a no ser discriminados». Sin embargo, Urkiola considera que «esta política no responde a los intereses de los trabajadores, sino a los de una casta sindical determinada y a un tipo de sindicalismo de gestión, consolidación y acompaña- miento del sistema económico actual, que antepone sus propios intereses personales y organizativos a los comunes a la clase obrera».

El responsable de LAB Finantzak indica que «no es casualidad que estas propuestas vayan tomando cuerpo en la banca, donde CCOO y UGT coinciden con la patronal en su estrategia de acumulación de capital y expansión para que la banca privada española sea alguien en el diseño del mapa bancario europeo».

Critica que ambos sindicatos «le firman a la patronal convenios que están significando pérdida del poder adquisitivo de los salarios, mientras que obtienen o negocian prebendas como la carrera profesional o liberados,...». Subraya que esos convenios «dejan la puerta abierta a todo tipo de retribuciones arbitrarias y discriminatorias, mientras ellos se aseguran su futuro».

LAB reivindica la igualdad de oportunidades para todos los empleados de banca, «no sólo para la élite».

Fuerte reducción de los gastos de personal en el sector bancario

 Juan Ayuso Huertas, jefe de la División de Estudios Financieros del Banco de España, señala que en el sector bancario se ha producido una tendencia a la reducción de los costes de personal. En una entrevista concedida a la publicación ‘‘Perspectivas del Sistema Financiero’’, que publica la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Ayuso precisa que, entre 1983 y 2004, esa reducción de costes laborales fue del 59,2%, ya que pasó de representar el 2,16% de los activos totales de la banca al 0,88%. La situación descrita por Ayuso es producto, precisamente, de la desregulación existente en el sector, en el que la precariedad es elevada, la subcontratación tiene un peso importante y la falta de continuidad de los empleos es real. -


 
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