BEIRUT
Poco después de las nueve de la mañana de ayer, milicianos de Hizbula capturaron a dos soldados «cerca de la frontera con la Palestina ocupada en referencia a Israel, y los cautivos han sido trasladados a una zona segura», declaró el movimiento en un comunicado, en el que precisó que el objetivo de esta acción es lograr la liberación de presos árabes en cárceles israelíes. La captura se produjo durante un enfrentamiento con artillería en el sur de Líbano entre milicianos y las fuerzas israelíes.Tras confirmar la captura de los militares, el Ejército israelí atacó puentes y supuestas posiciones de Hizbula en Líbano y realizó un incursión en su territorio para tratar de localizar a los suyos. El Ejército amenazó con hacer retroceder a Líbano 20 años si no se libera a sus soldados.
Como balance del día, Israel tuvo que confirmar la muerte de ocho de sus soldados en enfrentamientos con Hizbula. El Ejército explicó que tres soldados perdieron la vida en la operación inicial de milicianos libaneses, mientras que otros cinco fallecieron cuando su tanque pasó por encima de una mina en el sur de Líbano. El tanque estaba participando en una incursión terrestre para rescatar a los soldados capturados.
Después de la incursión, el Gobierno israelí ordenó que se lanzara un ataque con aviones de combate, tanques y barcos para rescatar a los dos soldados. En el marco de dicha operación, han muerto por el momento dos civiles libaneses y un miliciano, según confirmó el Ejército israelí.
El líder de Hizbula, el jeque Hassan Nasrallah, afirmó que los dos soldados capturados no serán puestos en libertad si no es a cambio de prisioneros en cárceles israelíes y confirmó que ambos se encuentran «a salvo y en un lugar lejano».
Nasrallah declaró que la captura de los dos militares en el sur de Líbano estimulará y ayudará a los palestinos de Gaza, que se enfrentan en las últimas semanas a una operación militar israelí que ha causado la muerte de decenas de milicianos y otros tantos civiles, incluso familias enteras que son alcanzadas estando en su casa o en una playa.
Nasrallah afirmó que la captura de los dos militares «era nuestro derecho lógico y natural», y que llevaban cinco meses preparando la operación. Además, confirmó que sus milicias y las palestinas están abiertas a un acuerdo por el que se intercambie a los tres soldados israelíes por presos árabes en poder de Israel.
Según el líder de la milicia, «sería una esperanza vana» por parte de los gobernantes israelíes pensar que con su campaña militar lograrán la liberación de los soldados. «Ninguna operación militar se los devolverá», señaló en una multitudinaria rueda de prensa en Beirut, puntualizando que «los prisioneros no serán entregados si no es por un camino: negociaciones y comercio», zanjó. Finalmente, aclaró que sus milicias están preparadas para luchar, aunque abiertas a un alto el fuego: «No tenemos intención de ir a más».
Las tesis de Hizbula, considerado «terrorista» por los estados occidentales, son compartidas por buena parte del mundo árabe. Ayer mismo, los expertos del Consejo de Ministros de Interior de los países árabes (CMIPA) condenaron la invasión de las tropas israelíes al sur de Líbano, acción que calificaron de «acto de terrorismo de Estado».
El CMIPA, que tiene su sede en la capital tunecina, concluyó ayer la novena reunión ordinaria de sus responsables de «la lucha contra el terrorismo», incluyendo en su orden del día la tensa situación que vive en estos momentos Oriente Medio. Los altos funcionarios árabes estimaron que las operaciones de Hizbula y de Hamas en Gaza son «acciones legítimas de resistencia a la invasión».
Mohamed Ali Humane, secretario general del Consejo, declaró a los periodistas que Israel es el «único responsable» de la escalada de la violencia y que «la muerte de civiles inocentes sólo puede definirse como terrorismo de Estado».
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, al que se le multiplican los frentes tras haber perdido el discurso que le llevó al poder, aseguró que la captura de los dos soldados constituye un «acto de guerra» del que responsabilizó al Gobierno libanés. Asimismo, aseguró que la respuesta israelí a estos ataques será «muy dolorosa».
Olmert, quien reunió anoche a su gabinete de seguridad para dar luz verde a las acciones militares a desarrollar en Líbano, afirmó que las «agresiones de esta mañana no constituyen un acto de terrorismo sino un ataque a la soberanía del Estado de Israel». El Gobierno de Beirut, del que Hizbula forma parte, «debe asumir plena responsabilidad» de lo que ocurra. «La respuesta israelí será contenida pero muy, muy, muy dolorosa», amenazó.
Sin embargo, el Ejecutivo libanés rechazó tener nada que ver con la captura y se desmarcó de la operación de Hizbula. «El Gobierno no lo sabía, y no tiene responsabilidad ni comparte lo que pasó», declaró a la prensa el ministro de Información, Ghazi Aridi, después de que el Gobierno libanés celebrase una reunión de emergencia.
Infraestructuras destruidas
Agregó que el Ejecutivo de Líbano está dispuesto a mediar para conseguir una solución a la crisis e instó al Consejo de Seguridad de la ONU a intervenir. Aridi también condenó los ataques israelíes contra las infraestructuras libanesas.El Gobierno libanés condenó de forma enérgica la agresión israelí contra infraestructuras de su país, en referencia a que los bombardeos del Estado vecino destruyeron varios puentes y las centrales eléctricas de Yuyua y Sultania, ambas en el sur de Líbano.
Horas más tarde, ya de noche, los aviones israelíes destruyeron varios puentes, más al norte, uno de ellos muy cerca de Beirut. Según las primeras informaciones de las agencias internacionales, aviones de combate y buques de guerra israelíes atacaron el sur de Beirut, en lo que constituía la incursión más próxima a la capital libanesa desde los enfrentamientos de la mañana.
Responsables libaneses explicaron que los aviones sobrevolaron la base de una guerrilla palestina en Naameh, en unas colinas junto al mar Mediterráneo, a unos 16 kilómetros al sur de Beirut. Mientras, los buques de guerra navegaban cerca y tomaban posiciones. De hecho, se escucharon varias explosiones en la zona.
EEUU acusa a Siria e Irán de las capturas
El Gobierno de EEUU culpó ayer a Siria e Irán de la
captura de dos soldados israelíes por parte de Hizbula. Tras exigir la
liberación de los dos militares israelíes, el portavoz del Consejo de Seguridad
Nacional (CSN), Frederik Jones, indicó que «condenamos en los términos más duros
el ataque de Hizbula contra Israel y el secuestro de los dos soldados
israelíes». Jones dijo que «hacemos a Siria e Irán responsables de este ataque y
de la violencia subsiguiente. El terrorismo de Hizbula no está en el interés de
Líbano». Por su parte, el vicepresidente sirio, Faruk al Shara, afirmó que la
ocupación israelí de diferentes zonas de otros países es la principal razón de la actual crisis en la región y de la escalada de violencia. «Por eso existe una resistencia nacional en Líbano y Palestina», indicó. -
