Hace unos días se publicó la sentencia del caso M.A. Blanco en la que se condenaba a cada uno de quienes se declaraba autores de su muerte a 50 años de prisión. La disparatada condena era justificada por el Tribunal diciendo que era difícil pensar en una forma de causar la muerte mas alevosa, por la utilización de la víctima como instrumento de una exigencia dirigida al gobierno de la Nación y de chantaje y extorsión como medios para alcanzar sus objetivos, con el más absoluto desprecio al derecho a la vida y al sistema constitucional. En definitiva se recogen todo tipo de argumentos para justificar las penas en su grado máximo. Al mismo tiempo se publica la petición del fiscal para Iñaki de Juana: 96 años de cárcel. Es decir, prácticamente el doble de la pena impuesta en el caso que acabamos de comentar y para la que se han utilizado todo tipo de justificaciones. Cabe preguntarse qué habrá hecho De Juana, que ya cumplió todas sus penas, para que le pidan ahora un siglo de prisión. La respuesta, por increíble que parezca, es que lo que se le atribuye y justifica la petición de semejante pena por parte del fiscal,es haber escrito dos artículos de prensa en este mismo periódico. ¿Qué qué dicen los artículos para buscarle semejante ruina? En uno habla de que a él y a los suyos les asiste el escudo de la razón y por ello no podrán ser derrotados por la fuerza. En el otro critica una serie de nombramientos, que ha conocido a través de la prensa, llevados a cabo por la Directora General de Instituciones Penitenciarias designada por el PSOE, Mercedes Gallizo, por entender que los elegidos, a algunos de los cuales conoce por su estancia en cárceles en las que ellos trabajaban, no son idóneos para los cargos para los que han sido designados, dado su historial represivo con los presos. De ahí el fiscal deduce la existencia de un delito de pertenencia a banda armada, por el que ya fue condenado antes, cumplió y por tanto no puede ser nuevamente condenado, pero le pide 12 años. Y además, de seis delitos de amenazas terroristas, por los que pide 14 años más por cada uno de ellos. Ni siquiera se molesta en decir quiénes son los amenazados, hay que intuirlo. Derecho Penal de autor: no se pena por el hecho, sino por el que lo hace. Nazismo en estado puro. Queda por ver la petición de la AVT, que en este caso, intentará el Guinness. Lo peor del asunto es que no estamos ante otra marlaskada más, sino ante lo que pide el fiscal, en último término el PSOE, que cumple lo dicho por López Aguilar de construir imputaciones para evitar excarcelaciones. Tener a la gente presa por la cara, bien sea en casos como el que hoy nos ocupa o a través de la perversa doctrina del Caso Parot, no parece la forma idónea de afrontar lo que ellos mismos llaman Proceso de Paz. -