El programa revelación de la temporada que ahora vamos finiquitando es, a mi entender, “Noche Hache”, que aunque el lunes hace un condensado, se despidió el pasado jueves hasta que empiece de nuevo la guerra frontal de audiencias en todas las franjas horarias. Y se supone que con los reajustes de plantilla de TVE, mas el tiempo de asentamiento de La Sexta, Cuatro también irá perfilando mejor la oferta y las dos generalistas estatales, Antena 3 y Tele 5, sentirán el soplo de la competencia, al igual que todas las autonómicas, que en el conjunto del Estado, crecen, y las locales, las digitales terrestres y todo eso que está llamando al mando a distancia, nos proporcionarán batallas constantes.

Eva Hache se ha ido asentando y es dominadora de tiempo y espacio. Sus monólogos de arranque y de cierre, y sus apostillas con los colaboradores, la han convertido en la reina de la noche. Buenafuente debe buscar recursos de gran circo y el burlesco para mantener audiencias, pero la emergente es esta mujer menuda que ha ido consolidando su oferta con unos muy buenos guiones, unos excelentes colaboradores, pero por encima de todo, el grado de credibilidad y de complicidad que trasmite y que ha ido acumulando. Las entrevistas es su punto más débil, pero ha ido encontrando el sitio, conoce el tono y si pone a gente como Arturo Fernández, que es un personaje fuera de serie y que en estado de gracia y ganas de colaboración es un gran entrevistado, sus posibilidades son totales. La elección de los entrevistados forma parte de la ideología de la oferta.

Pero sus colaboradores, Fernando Gil, Ricardo Castiella, Quequé, Richard Collins Moore y la pizpireta Marta Nebot, marcan la diferencia. Cada uno en su sección han conseguido crear un espacio crítico de humor cáustico, han formado entre todos un mundo muy especial, divertido, políticamente comprometido en cuanto es significativo y nítido en sus intenciones, dentro de una estética que escapa de lo hortera, del corazón y de lo burdo. Esperaremos ansiosos que vuelva. Y esperemos que no se desvíen de esta línea que es la que les llevará al éxito y la continuidad prolongada. -