Explican la labor de HB, EH y Batasuna a nivel internacional
Frente a la tesis que sostiene la Fiscalía de que ETA diseña la actividad internacional de Batasuna y antes de HB y EH para «deslegitimar al Estado español» entre otras funciones, personas que han tenido o tienen responsabilidad en el área de relaciones internacionales de la formación abertzale dieron cuenta de la labor que han realizado a lo largo y ancho del mundo. Otro testigo explicó qué supone ser deportado.
MADRID
Varias personas que en los últimos años han ostentado cargos de responsabilidad en el área de Relaciones Internacionales de Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y Batasuna, declararon ayer en el juicio para dar cuenta de la labor desarrollada en todo el mundo por la formación independentista.Un trabajo que, al parecer de la Fiscalía, realiza «por mandato de ETA para deslegitimar al Estado español». Una argumentación que testigos como Alex Ugalde, Jasone Manterola, Esther Agirre, Joseba Alvarez o Karmelo Landa rechazaron de forma tajante. «Es absolutamente disparatado pretender que ETA o cualquier otro grupo pudiera marcar nuestro trabajo», insistió de forma reiterada el mahaikide y ex europarlamentario abertzale. Landa explicó también que fue él, durante el ejercicio en que fue electo en el Parlamento Europeo entre 1990 y 1994, quien propuso crear la Herri Enbaxada de Bruselas para que tanto él como el equipo que le asistía pudieran desarrollar su labor parlamentaria. Al igual que resto de los testigos que conocieron aquella sede, Landa subrayó que la misma estaba abierta «a todos los vascos» que iban a Bruselas, recordando que por allí pasaron arrantzales, sindicalistas y representantes de todo tipo de organismos sociales. A este respecto, refutaron lo que sostiene el escrito de conclusiones del Ministerio Fiscal, donde se afirma que ETA creó el organismo KHK que ninguno de los testigos dijo conocer, al que califica de «aparato de relaciones exteriores» de la organización armada, y agrega que la primera actividad de este organismo fue «la apertura, en diciembre de 1992» de la Herri Enbaxada y, poco después, de la delegación que Herri Batasuna tuvo en París. Frente a esta tesis, Landa relató que, además de ser él quien impulsó la apertura de ambas sedes, la Herri Enbaxada abrió sus puertas en setiembre de 1990, y no dos años más tarde, como mantiene la acusación. El dirigente independentista hizo una valoración muy positiva de aquella labor política e institucional, y detalló las numerosas reuniones y encuentros que mantuvieron con agentes políticos y mandatarios de todo tipo en aquellos primeros años de los noventa.
«Cualificación excepcional»
Idéntica valoración hizo Landa del trabajo realizado por Mikel Egibar, quien fue su asistente en la Eurocámara y que fue elegido personalmente por él para desempeñar esa función. «Lo escogí porque su cualificación era excepcional para esa labor», subrayó. También Ugalde, Manterola, Agirre y Alvarez hicieron mención del trabajo de Egibar, además del de otros imputados como Miriam Campos, Mikel Korta y Elena Beloki, quienes trabajaron en el área de Relaciones Internacionales de la formación abertzale.Estos cuatro testigos fueron responsables de esta área Alvarez sigue ejerciendo esa labor, y coincidieron en señalar que su función, además de explicar el ideario político de HB, EH y Batasuna en todos los foros y encuentros internacionales a los que asistían, y trasladar información sobre la situación política en Euskal Herria, era impulsar y «aunar esfuerzos en favor de una resolución democrática al conflicto político que vive Euskal Herria». En este contexto, Alvarez relató a la Sala que el proceso político abierto en Euskal Herria citó la propuesta de Anoeta, la carta abierta de Batasuna a Zapatero y los pronunciamientos del presidente español «ha originado un fuerte foco de atención e interés político en las Cancillerías». El fiscal también atribuye a KHK siglas que en la Sala nadie ha reconocido en lo que vamos de juicio el «control de los deportados» por parte de ETA. Patxi Hernández, que durante años estuvo deportado en Argelia, rechazó que nadie tratara de controlarle a él o a cualquier otro deportado. Hernández describió a la Sala la cruda situación de los ciudadanos vascos deportados en diversos países del mundo. «Un deportado es eso, alguien a quien cogen, meten en un avión y mandan a otro país, sin juicio ni nada, sin ningún estatuto jurídico» relató, explicando que las condiciones de vida de cada uno dependen del país en que haya recalado. Descartó que nadie de HB o de otro organismo hubiera ido a darle órdenes, y narró que, una vez, una delegación de la formación abertzale que viajó a Tinduf a reunirse con representantes del pueblo saharaui, pasó por Argel «para alegrarnos un poquito el corazón». También señaló que rompió la deportación, junto con otros compañeros, por propia iniciativa «porque vimos que era una burrada seguir así». Agregó que se presentaron en Bruselas para explicar lo que supone la deportación, que tildó de «sinsentido ilegal». Posteriormente, se encerraron en la Catedral de Baiona, y allí fueron detenidos y trasladados a la Audiencia Nacional española, de donde salieron libres. Antes que Hernández intervino ante la Sala la representante de Komite Internazionalistak Leire Triguero, quien explicó las relaciones que este organismo ha tenido con miembros del área de Relaciones Internacionales de HB, EH y Batasuna, entre ellos con Miriam Campos.
La Sala cita a testigos que ya han declarado y a otros renunciados
MADRID.
Prácticamente no hay un día en que la Sala, bien los jueces como la secretaría judicial, no cometan algún error en la citación de los testigos. Para esta semana habían citado a varias personas que ya han declarado en jornadas precedentes, y a otras a cuyo testimonio ha renunciado la defensa. Este mismo tribunal asumió la potestad de fijar el número de testigos que declaran cada día, enfadado porque en una sesión no pudieron asistir todos los designados por la defensa.
Los Comités de Solidaridad, también en el punto de mira
MADRID.
Durante las intervenciones de varios de los testigos, también se hizo mención de los Comités de Solidaridad con Euskal Herria que existen en muchos países del mundo y cuyo nacimiento la parte acusatoria atribuye a ETA. Los declarantes explicaron que esos comités surgen por iniciativa de los ciudadanos de esos mismos países «solidarios con la causa vasca». «Todos los pueblos en lucha que hay en el mundo tienen comités de solidaridad», declaró Joseba Alvarez.
Concentración ante la Audiencia Nacional e inicio del ayuno
MADRID.
Tal como anunciaron el pasado sábado en rueda de prensa, 25 de los procesados iniciaron ayer un ayuno en denuncia del juicio y para trasladar una serie de exigencias el Gobierno español y al propio tribunal. Asimismo, antes de iniciarse la sesión matinal, los acusados realizaron una concentración ante el pabellón de la Audiencia Nacional por espacio de un cuarto de hora. Desde el inicio de la vista, el 21 de noviembre de 2005, se han sucedido las iniciativas de protesta contra el juicio.
Murillo: «Por favor, ustedes no tienen que ver con ETA»
MADRID.
El último testigo en comparecer fue el preso político vasco Jon Mirena Sampedro, quien en euskara manifestó a los jueces que «sois un tribunal de excepción que no tiene ninguna legitimidad». La presidenta de la Sala ordenó su inmediata expulsión, y cuando los policías españoles le sacaban los procesados saludaron al prisionero. «Por favor señores, que ustedes no tienen ninguna relación con este señor, que no tienen relación con ETA», dijo entonces Murillo intentando que se callaran.
Agirre describe qué era la Asociación Europea Xaki
MADRID.
Esther Agirre relató que en 1996 media docena de personas crearon Xaki con el objetivo de «dar a conocer la realidad de Euskal Herria desde el punto de vista histórico, político, lingüístico y cultural». Explicó que junto a ella y Mikel Egibar, formaron esta asociación personas de diferentes herrialdes de Euskal Herria «con un interés común en el ámbito internacional». Rechazó que tuviera relación con ETA y denunció la campaña mediática en su contra que sufrió en 1998.
Muestras de solidaridad de Aralar, ANV y STEE-EILAS
Aralar, STEE-EILAS y ANV expresaron ayer su solidaridad y apoyo a los procesados y al ayuno que han iniciado. Para la formación que lidera Patxi Zabaleta, este juicio «no es más que otra muestra de injusticia» y la Audiencia Nacional «debería desaparecer». STEE-EILAS y ANV demandaron la supresión de este tribunal «de excepción utilizado como instrumento político para boicotear el proceso». ANV calificó de «farsa» el juicio y exigió su anulación. -
Otro espectáculo bochornoso del tribunal
MADRID Las personas presentes en el pabellón de la Audiencia Nacional asistieron ayer a un nuevo espectáculo que da cuenta de las condiciones en que los procesados deben afrontar este juicio. Dos de los testigos que debían declarar eran los presos políticos vascos, encarcelados en el Estado francés, Ramón Sagarzazu y Mikel Albisu. Cuando empezó Sagarzazu, que debía declarar por videoconferencia, en la pantalla sólo pudo verse una imagen fija, por lo que la presidenta Angela Murillo ordenó que mientras se arreglaba el sistema compareciera el siguiente testigo. «Que pase el siguiente testigo, el señor Albisu Iriarte» llamó la magistrada, mirando al fondo de la Sala y ante la incredulidad de los presentes. Arantza Zulueta tomó la palabra para explicarle que difícilmente podía «pasar» esta persona, encontrándose como está prisionero en una cárcel francesa. Murillo dijo entonces que tenía que ser el secretario judicial quien debía confirmarlo, y éste manifestó que «no tenemos constancia de dónde se puede encontrar». Zulueta recordó que ya comunicaron a la secretaría que Albisu se halla en la prisión de Perpinya, y preguntó si se habían hecho las gestiones oportunas para que pudiera testificar. Una vez más, el secretario judicial no pudo responder, y la presidenta ordenó un receso de diez minutos, al término del cual quedó constancia de que no se habían hecho esas gestiones. Cuando volvió a declarar Sagarzazu, éste comunicó que no juraría sobre la Constitución española y que diría la verdad. Sin permitirle continuar su explicación y dejando a la defensa sin un testigo importante, Murillo ordenó finalizar la videoconferencia. «Este testigo no nos sirve» afirmó. El preso vasco tuvo tiempo de gritar «Gora Euskal Herria askatuta! Eutsi goiari!» y enviar un abrazo a los procesados.
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