GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Iritzia > Kolaborazioak 2006-09-10
J. Ibarzabal - Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas
La maldita hegemonía

El imperialismo consiste en extender el dominio de un país sobre otro u otros por medio de la fuerza o mediante medidas económicas y políticas abusivas.

El imperialismo no es cosa de hoy. Ya en los siglos IX y VIII antes de Cristo, en la baja Mesopotamia (actual Irak), los reyes asirios fueron imperialistas, explotando a los pueblos vencidos. Posteriormente los imperios persa, griego, romano... Denominador común: ejercicio de la hegemonía y explotación y abuso por la fuerza de las armas.

Denominador que se repite en los imperios modernos, que adquieren la forma de capitalismo financiero. La acumulación de capital provoca una sobreproducción (un infraconsumo), motivada por las plusvalías y los bajos salarios. Teniendo en cuenta que la obtención del máximo beneficio es el objetivo prioritario del capitalismo, los estados imperialistas necesitan nuevos mercados internacionales para vender sus productos. Simultáneamente son fuente de aprovisionamiento de materias primas estratégicas y un lugar adecuado para las inversiones de capital. Papel que han desempeñado las colonias y, a partir de 1966 (fin práctico del colonialismo), el neocolonialismo.

Francia, Gran Bretaña y los EEUU han sido (y son) los imperios occidentales más importantes durante los últimos siglos. Actualmente los Estados Unidos son el paradigma, el modelo de imperio, jugando Gran Bretaña y Francia el papel de acólitos que recogen las migajas que los norteamericanos consienten.

Los imperios fuertes no sólo explotan, sino que también seducen. Grecia cautivó con su cultura, Roma con su derecho... El poderío americano, por su parte, se manifiesta no sólo con su inmensa maquinaria para matar, sino también con la nueva cultura audiovisual, con su enorme capacidad para fabricar bienes de consumo, que consigue narcotizar a una parte importante de la población mundial.

Ahora bien, si la seducción no produce el efecto oportuno (casos de Vietnam, Irak, Afganistán, Panamá, Palestina, Líbano...), aténganse a las consecuencias. Muerte y destrucción de la población civil, niños, hospitales... En la práctica estos son, numerosas veces, los efectos centrales. Los colaterales son el armamento, las fuerzas armadas...

Si se analizan estas actuaciones norteamericanas bajo el prisma ético, representan el mal. El derecho internacional es pisoteado, violado, y el único derecho que rige es el pragmático: Lo que es bueno para los intereses americanos es bueno para el mundo. Todo lo que ayude a perpetuar la hegemonía de los EEUU es bueno para la humanidad.

Pienso que no se puede esperar gran cosa ni de Rusia ni de China, porque ambas potencias tienen «tics» imperialistas y hegemónicos.

¿Cómo hincar el diente a este problema del imperialismo hegemónico que tantos estragos causa? Una buena solución sería que los imperios modifiquen sus ansias imperialistas y que ajusten sus actos a criterios de igualdad y justicia internacional. Pero todos sabemos que esto no es más que un pío deseo, porque los países hegemónicos no tienen ninguna intención de cambiar.

Así pues, si la solución no viene de ellos, tendrá que venir de fuera. De los países no hegemónicos, de las alianzas internacionales, del impulso de las naciones sin estado... Algo se ha hecho al respecto:

­ La actual vanguardia latinoamericana ( Cuba, Venezuela, Bolivia...) configura un importante bloque antihegemónico. A pesar de la manipulación de los medios de comunicación occidentales, que tratan de minimizar y en ocasiones de ridiculizar el proceso, las perspectivas son halagüeñas. Un frente intelectual sólido (Chomsky, Petras, Sastre... y un sinfín de pensadores que apoyan sistemáticamente la línea progresista impulsada por Cuba «en defensa de la humanidad») así lo garantiza.

­ El nuevo eje antiestadounidense fruto de la reciente reunión del mandatario venezolano Chávez y el mandatario sirio Assad es también esperanzador. Frente a las ideas expuestas por Samuel P. Huntington en su libro “¿Choque de civilizaciones?”, que propugna lisa y llanamente la perpetuación de la hegemonía occidental, el citado eje hace hincapié en la cooperación entre civilizaciones y en la lucha contra el imperialismo. Confiemos en que se afiance este criterio en la próxima cumbre de países no alineados en Cuba.

­ Por último, la reivindicación del ejercicio del derecho de autodeterminación de las naciones sin estado es otro instrumento eficaz para mermar el poderío y el espíritu hegemónico de los estados plurinacionales mastodónticos actuales. La Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos , organismo internacional de las Naciones Unidas con sede en Ginebra, considera que actualmente existen al menos medio centenar de conflictos cuya base está en el no reconocimiento de los pueblos y del ejercicio del derecho de autodeterminación. -


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Jendartea
Herriarenak, herriarentzat
Euskal Herria
De Juana cumple hoy 35 días en huelga de hambre
Mundua
La OTAN pide a sus miembros que envíen a Afganistán todas las tropas prometidas
Kultura
La película china «Sanxia Haoren» gana el León de Oro contra todo pronóstico
Kirolak
Idéntico resultado, pésima apariencia
Euskal Herria
Reclaman en Altsasu el impulso del proceso y la autodeterminación
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss