Decía Miren Azkarate que la situación de los presos no ayuda mucho al proceso pero que menos ayudaba la kale borroka. Algo tan relativo como «ayudar» y algo tan abstracto como «proceso» dan pie a hablar durante horas sin decir nada. O a decir chorradas. Memeces que a veces hasta duelen.

¿En qué «ayuda» el PNV al proceso? ¿De qué proceso habla esta señora? ¿Nos habla de romper mandíbulas a porrazos como hacen los beltzas de su compañero Balza? ¿O acaso nos habla del proceso de muerte en el que vive Iñaki de Juana Chaos? No. De eso ni habla. De eso no habla porque se le llenaría la boca. Ahoa bete hortz. ¿Alguna idea para sacar de la tumba a este vasco antes de que sea tarde, señora Azkarate? ¿Alguna propuesta para desenterrar el proceso de paz? ¡Qué cara tiene, señora!

Pero cambiemos de tema o, mejor, sigamos con él cambiando de acera.

Ahora que desde Batasuna por fin se ha dicho que ni se ampara ni se justifica la kale borroka, que hable de ella y analice su aportación quien la practica. El resto deberíamos ir reflexionando en torno a la voluntad de compromiso y la forma de lucha o protesta que estamos dispuestos a ofrecer y desempeñar en estos tan importantes días. Eso sí, no confundamos el nivel de compromiso que estamos dispuestos a adquirir con la idoneidad de uno u otro tipo de lucha. Que yo no quiera no significa que tu no puedas y viceversa. Es duro ir a la cárcel, pero es más duro estar allí y que se olviden de ti, que te dejen morir.

Está claro que ciertas acciones son reacciones que responden a acciones anteriores. Esta claro, tiren de hemeroteca, que hasta que se han desarrollado acontecimientos tan fuertes como los que hicieron a De Juana tomar la decisión de morir de hambre no se había dado, desde el anuncio de la tregua, ningún caso de violencia política en Euskal Herria salvo ataques policiales a manifestaciones de diversa tipología. Esta clarísimo. Paz es paz, pasado es presente mientras la paz sea una excusa y nada más.

En tiempos de tiros y titadine se hablaba mucho de desobediencias varias y de luchas legítimas. Practiquémoslas. Practiquémoslas y desaparecerán las de antaño de facto. No pretendamos que una solución mágica a base de varitas y hadas ilumine el camino a casa. Eso no pasa. Hacia la libertad no hay un camino, se hace el camino al andar. -