Nos dijeron que en Alhaurín de las Torres las llamaban “Las chaneles”. Estaban en prisión provisional acusadas de estafar, de corrupción, de hacerse con unos cuantos cientos de miles de euros de manera ilícita desde sus puestos de alcaldesa o teniente de alcalde de Marbella. Salen con fianza, y una de ellas, famosa ex socialista, la tal Isabel García Marcos nos dice, sin apenas despeinarse, que se siente una presa política. La perversión absoluta de todos los lenguajes morales, éticos o racionales. Seguramente pedirá asilo político en Montecarlo, las islas Caimán, o en donde tenga escondido el dinero robado a las arcas municipales. ¿Se imaginan a los ciudadanos marbellíes haciendo una manifestación para liberar a este tipo de personajes. Delirante. Tienen un descaro apabullante.

Veo a Mariano Rajoy zarandeado con tranquilidad pasmosa por Iñaki Gabilondo. ¿Una de las mejores entrevistas que se han realizado en televisión en los últimos tiempos? Probablemente. Sin levantar una voz, sin perder la compostura, el buen tono, la amabilidad, incluso con una cercanía que confundía, le fue preguntando con ironía sobre todo aquello que cualquiera le hubiera preguntado. Las respuestas fueron las obvias, lo que debía contestar este hombre que aparenta tener una moral rocosa, al que todos le otorgan un grado de bonhomía que debería alguna vez refrendar, aunque solamente fuera para distanciarse de sus compañeros de cartel, los extremosos Acebes y Zaplana, sin olvidarnos que para una mayoría lo vemos como un muñeco cuyos hilos los mueve el señor Aznar.

Los famosos, con tal de poder recaudar dinero para su hipotecario, son capaces de cualquier ridículo, hasta el hacer patinaje artístico. Una nueva iniciativa de programa parecido a una escuela de superación, presentado por Manel Fuentes, que no acabo de encontrarle la gracia, porque reírse de alguien cuando se da un culetazo en la pista de hielo, no es sano. Aunque fuera Mariano Rajoy. Mi intuición me dice que este espacio lleva bastantes números para no superar la prueba de Sofres. Porque estamos en la entrada de la temporada pero en cuanto no cubran las expectativas serán descabalgados sin miramientos. -