Dicen las encuestas que la mayoría no cree en la palabra de la categorizada como «clase política». Normal, dado que no sólo está claro que no cumplen con sus promesas electorales, sino que con sus últimas convocatorias de manifestación «por la paz y el diálogo» nos acaban de demostrar una vez más que son capaces incluso de trasmutar sin pudor el propio espíritu de los lemas que proponen; dejando además muy patente que todo ello es producto de su conveniencia coyuntural y partidista y, sobre todo, de las presiones de ciertos sectores absolutamente minoritarios, que poco tienen que ver con los intereses de la «ciudadanía», pero que controlan todos los medios y resortes de poder.

Por mucho que los tribunales den (como acaban de dar) por legalmente suficientes para la aplicación de condena las declaraciones realizadas en comisaría en situación de incomunicación y bajo «supuesta» tortura, en Euskal Herria todos sabemos que la aplicación policial de la Ley Antiterrorista no es productora de ver- dad, sino una maquinaria inquisitorial de eliminación de la oposición molesta.

Sabiendo pues que la clase política «democrática» miente con alevosía y que sólo se mantiene en el puesto el que mejor miente, ¿por qué no jugamos a someterles a un polígrafo virtual, planteándoles un imaginario cuestionario impertinente que deben contestar con un simple sí o no?

Pensemos, por ejemplo, en un personaje tan «directo, franco y sincero» como el actual presidente del PNV, José Jon Imaz, intentando que el «detector de mentiras» no cace sus mentiras a través del control de su presión sanguínea, su ritmo cardíaco, su respiración y demás reacciones fisiológicas y emocionales autónomas. Formulemos una serie de preguntas, decidamos qué nos contestaría y si su respuesta sería verdad o mentira. Finalmente, tras decidir el grado de falsedad del interrogado, pensemos en el siguiente político a someter al aparato. ¿El Sr. Balza, por ejemplo?

Pero, vayamos de momento con nuestro primer invitado virtual.

¿Se llama Vd. Josu Jon Imaz? ¿Es Vd. presidente del PNV? ¿Maniobró Vd. de modo sucio y artero para hacerse con la presidencia? ¿Es Vd. el lugarteniente del gran capital vasco?

¿Quiere Vd. que el próximo lehendakari sea otro que el actual? ¿Le está Vd. poniendo palos en las ruedas a Ibarretxe por su excesivo «nacionalismo»?

¿Le obligó Vd. a cambiar el lema de la manifestación de ayer sábado, dejándole en pésimo lugar? ¿Con ocasión de esa convocatoria, quería todo el protagonismo para Vd.?

¿Está Vd. en plena luna de miel con el presidente del Gobierno español Zapatero? ¿Esa arrolladora pasión, que el PP califica de antinatura, tiene acaso que ver con toda una serie de pactos ocultos entre el PSOE y el partido que Vd. preside?

¿Haciendo caso omiso del derecho a decidir que reclaman los vascos, ha pactado Vd. con Zapatero una readecuación del vigente estatuto, abandonando una vez más las reivindicaciones territoriales y autodeterministas? ¿Se ha comprometido con Madrid a colaborar en la persecución, debilitamiento y represión de la izquierda independentista?

¿Negoció Vd. reeditar los pactos presupuestarios en Gasteiz y Madrid a cambio, entre otras cosas, de que el Gobierno español diera por fin luz verde a las obras del TAV?

¿Ha hablado con el PSOE acerca de un futuro pacto de gobierno entre socialistas y jeltzales?

¿Conoce Vd. los contenidos y el espíritu de la llamada «Agenda de Lisboa»? ¿Sabe Vd. que el objetivo principal de la misma es conseguir que para 2010 Europa sea la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo? ¿Tiene constancia de que, para ello, la gran patronal europea exige medidas antisociales como la persecución de los parados, el desarrollo de las ETT, la generalización de los empleos precarios, la privatización de los servicios públicos, el aumento de la edad de jubilación, la reducción o limitación de la seguridad social, el traspaso progresivo de la sanidad pública a la privada o la mercantilización de la enseñanza? ¿Es cierto que el partido que Vd. preside lleva a rajatabla todas las directrices marcadas por la Agenda de Lisboa, con una planeada disminución del gasto social?

¿En su calidad de lugarteniente del lobby empresarial vasco, considera imprescindible que el PNV mantenga sus cotas de poder en todas las instituciones autonómicas y municipales para poder continuar privatizando en ciertas manos el dinero público?

¿Desde esa perspectiva, afirmaría Vd., como reconoció el anterior presidente Arzalluz, que su partido practica la corrupción, definida por el Programa Mundial contra la Corrupción de las Naciones Unidas como un abuso de poder para obtener ganancias privadas?

¿Conoce Vd. casos de enchufismo y clientelismo para favorecer a las gentes del PNV?

¿En una democracia, es imprescindible que se puedan votar todas las opciones políticas? ¿Consideraría Vd. antidemocráticas unas elecciones en las que las decenas de miles de votantes de Batasuna se vieran imposibilitadas de ejercer su derecho a voto?

¿Es verdad que al sector jeltzale que Vd. representa le aterroriza que el avance del proceso pueda traer consigo un gran triunfo electoral de una izquierda abertzale legalizada?

¿Cree Vd. que ese sector prefiere torpedear la resolución del conflicto antes que perder el protagonismo y la hegemonía?

¿Es Vd. contrario a la práctica de la tortura? ¿Ha tenido noticia de algún caso de tortura a detenidos? ¿Desde su alta responsabilidad, lo ha denunciado Vd.?

¿Le pareció proporcionada la actuación de la Ertzaintza contra la manifestación del pasado 6 de enero?

¿Le ha resultado interesante este cuestionario? -