ELCHE 1
ALAVES 0
GASTEIZ
Habrá que confiar en que lo de ayer fuera cosa de un mal día, o que el no haber podido entrenar entre semana en las mejores condiciones por el temporal pudo tener algo que ver, pero lo cierto es que el emergente Elche de David Vidal hizo parecer efervescente el «efecto Fabri». Yes que al Alavés que ayer se presentó en el Martínez Valero le faltó precisamente de esa capacidad de reacción que el técnico gallego parecía haber insuflado al equipo desde su llegada. Así, un error en cadena de toda la defensa terminó en el tempranero gol de Miguel que supuso una losa imposible de voltear.Si, como gusta decir a Fabri, el fútbol es un estado de ánimo, parece claro que el arreón que David Vidal ha dado al Elche es ahora mismo mucho más intenso, porque si algo demostraron los ilicitanos ayer, eso fue mucha mayor intensidad y deseo, como si les fuera mucho más en un partido que dejó a los gasteiztarras sin apenas margen de error si siguen aspirando al ansiado ascenso.
Al Alavés le hizo mucho daño la fuerte presión que le realizó el Elche al inicio. A base de un buen esfuerzo colectivo, el equipo de David Vidal logró cortocircuitar la salida del balón albiazul, además del peligro que fue capaz de crear robando los balones bastante cerca del área defendida por el francés Porato.
Pese a que el primer remate a puerta fue uno de Wellington desde lejos, una concatenación de errores en defensa permitió a los locales adelantarse en el marcador. Primero, se perdió un balón en una zona muy comprometida, luego Coromina le hizo una cesión arriesgada a Porato, el meta falló dejando el balón al borde del área y el centro de Katxorro lo metieron entre Casas y Miguel.
Mientras le duró el físico, el equipo ilicitano siguió tocando el balón con cierta comodidad y embotellando a un Alavés que no encontraba salida al balón, y tuvo hasta dos buenas oportunidades para aumentar su renta. Otro error de Porato dejó un balón franco a Katxorro dentro del área, pero el ex jugador del Athletic envió el balón muy alto. Poco después, Gastón Casas no acertó a controlar un balón dentro del área pequeña.
La importancia del enlace
El Alavés se veía obligado continuamente a jugar con balones largos y fueron muy contadas las ocasiones en las que pudo enlazar tres pases seguidos. Con Elton y Astudillo asfixiados, Rubén Navarro era una pieza clave a la hora de enlazar el juego de ataque. Sólo en las dos o tres acciones puntuales que el intermitente jugador catalán comenzó el ataque gasteiztarra llegó a carburar. La oportunidad más clara de la primera mitad llegó en el minuto 35, cuando metió un gran pase en profundidad que dejó solo a Wellington ante Caballero, pero el brasileño no acertó ni en el primer intento ni en el posterior rechace. Un corner bien botado por el propio Navarro aprovechando que el viento daba a favor, y que se paseó por delante de la portería de Caballero sin encontrar rematador, puso fin al pobre bagaje ofensivo albiazul en la primera mitad.
Visto el despliegue físico que se habían visto obligados a realizar los locales, la segunda mitad parecía presentarse propicia para la reacción albiazul. Sin embargo, da la sensación de que este equipo necesita algún acicate externo para reaccionar, porque no sólo apenas inquietó la meta rival, sino que, de estar cerca algo, eso fue el tanto de la sentencia ilicitana.
Aunque estaba obligado a jugársela, el Alavés apenas se estiró en dos remates de Toni Moral el más peligroso de ellos a tres minutos del final al recoger un balón al borde del área, y otro par de Wellington.
Fabri trató de buscar soluciones en el banquillo pero, ni Jandro logró aportar más que Rubén Navarro en la creación, ni Arthuro ni Ogbeche ofrecieron más profundidad ni remate en ataque.
Por el contrario, un Elche que llevó en todo momento el partido al terreno que quería tuvo dos oportunidades clarísimas de no esperar al último minuto para levantar los brazos, ambas en las botas de Gastón Casas. El jugador pretedido por el Alavés en verano no supo primero definir en un mano a mano contra Porato y, sobre todo, mandó fuera un penalti inexistente provocado por Douglas. El delantero portugués se dejó caer ante Porato, pero a instancias del línea, el árbitro decretó la pena máxima y el delantero argentino quiso ajustar demasiado al palo cuando el portero francés ya se había tirado al otro lado.
En definitiva, el Alavés volvió a dar otro paso atrás en su carrera por el ascenso y sólo la derrota del Almería en Tenerife rebaja algo el impacto de la derrota de ayer, ya que Murcia y Valladolid parecen haber puesto tierra de por medio.
