La Confederación de las Patronales Alemanas (BDA) se pronunció ayer en contra de establecer un salario mínimo legal y aseguró que la medida sería peligrosa para el mercado laboral, además de ser innecesaria debido a que en Alemania existen ya suficientes elementos reguladores. Según el presidente de la BDA, Dieter Hundt, con un salario mínimo de 7,50 euros por hora, cerca de 1,7 millones de puestos de trabajo estarían en peligro. Rechaza el argumento de que es necesario para asegurar ingresos mínimos que permitan subsistir.