GARA > Idatzia > Zinema

«Soy leyenda». Y ya van tres adaptaciones...

Cada fin de año aparecen en las carteleras cintas que algo tienen que ver con la destrucción del planeta, el final de la raza humana y el «acabose». En «Soy leyenda» el personaje de Will Smith disfruta de una obligada soledad en Nueva York tras una pandemia que lo hace único. Me impresionó ver la Gran Manzana en silencio, llena de maleza y poblada por salvajes ciervos correteando por sus avenidas. Resulta muy creíble

Como una multitud de terremotos, el día se volvió como la noche y la muerte se extendió». Así reza parte de un poema oral surgido de alguna voz del continente africano y que se extiende por el mismo. En algunos lugares de África, el caos, las enfermedades y la muerte cada día no son ciencia-ficción, sino algo con lo que se lidia a diario. En Occidente, cada vez más distanciados de la muerte -o eso creemos-, la vemos como algo lejano aunque siempre esté al acecho, como en las películas de Woddy Allen pero con menos gracia. Cada fin de año, cada fin de siglo, aparecen en las carteleras cintas que, de un modo u otro, algo tienen que ver con la destrucción del planeta, el final de la raza humana y el «acabose». Poco me atrae la temática, pero lo cierto es que está de primerísima actualidad. Sea como fuere, el tema ha sido y sigue siendo recurrente para el cine y la literatura. Como muestra «Soy leyenda», la segunda cinta de Francis Lawrence tras debutar con «Constantine». Distanciándose de la novela de Richard Matheson, aquí no se trata de la lucha de un hombre corriente ante un hecho extraordinario como es la extinción de la raza humana y el surgimiento de una nueva formada por vampiros. En la ya por los menos tercera adaptación al cine de esta historia, el hombre corriente es un héroe, un militar y científico capaz de descubrir vacunas y soportar ser golpeado brutalmente sin por ello perder capacidades. Capacidades que se suman a las del actor que las escenifica. No puedo evitarlo, pero en casi cualquier circunstancia aún sigue haciéndome gracia Will Smith y la sombra que lo persigue, «El príncipe de Bell Air». Y aunque su registro como actor haya evolucionado, de vez en cuando sigue brotando su faceta más gamberra como cómico. También en «Soy leyenda», donde su personaje disfruta de una obligada soledad en Nueva York tras una pandemia que lo hace único. La primera parte impresiona; nadie imagina poder caminar por la ciudad de los rascacielos sin el ruido de los coches y la muchedumbre saturando sus calles. Acompañado de su perra, ésta resulta ser una brillante actriz cuando en una de las secuencias se arrulla como un bebé en brazos de su progenitor. Me impresionó ver la Gran Manzana en silencio, llena de maleza y poblada por salvajes ciervos correteando por sus avenidas, resulta muy creíble. Como creíbles son las cacerías en coche que lleva a cabo Will Smith. Creo que la novela sigue siendo insuperable.

Iratxe FRESNEDA

Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo