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Tras las elecciones del 9-M

El PSE hace valer su buen resultado para intentar acotar el terreno al PNV

El PSE comienza a hacer valer sus buenos resultados para intentar acotar el terreno al PNV. Si los jeltzales anunciaron que su colaboración con Rodríguez Zapatero dependería de un acuerdo sobre normalización, Patxi López afirmó ayer que el presidente dará sus pasos de acuerdo con el PSE y que no hay alianza posible con la «hoja de ruta» de Ibarretxe.

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GARA | GASTEIZ

Mientras el PNV volvía a reunir ayer al EBB por segunda vez esta semana para seguir analizando las razones de la pérdida de casi 120.000 votos, el PSE hacía alarde de sus buenos resultados y comenzaba a marcarles el terreno a los jeltzales. Objetivo: que deje de lado los planes para la búsqueda de un acuerdo de paz y normalización política expuestos por el Gobierno de Lakua que incluyen la búsqueda de un acuerdo antes del mes de junio y todo un calendario de actuaciones posteriores.

Tanto durante la campaña, como en meses anteriores, el PNV había confiado la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo con José Luis Rodríguez Zapatero a las necesidades que éste pudiera tener para la consecución de su investidura. Y ayer Patxi López intentó cortar en seco cualquier ilusión que los jeltzales pudieran tratar de hacerse al respecto.

Estos días se está hablando de la posibilidad de que el premio a los buenos resultados electorales del PSE sea la concesión de un ministerio en el futuro Gobierno. Incluso hay quien apunta a Ramón Jáuregui como futuro ministro de Trabajo. Pero Patxi López, tras anunciar -como es obligado- que los miembros del PSE están «a la entera disposición» del presidente, incidió en que «por encima de ministros, está la política en relación con Euskadi», en la que esperan tener algo que decir.

López mostró su confianza en que «siga habiendo un proyecto en positivo para el País Vasco, basado en el diálogo político e institucional que destierre la crispación y el enfrentamiento que vivíamos con el Gobierno del PP, que tenga como prioridad la lucha contra ETA y la búsqueda de la paz y la libertad, y que invierta en este país»

«España, proyecto compartido»

En cuanto a las posibles alianzas de la nueva legislatura, consideró que «siempre es positiva la implicación de los nacionalismos, del vasco, catalán o gallego, en la gobernación de España porque es la implicación de los nacionalismos y de los nacionalistas en la propia construcción de un proyecto compartido por todos que es España, en el que cabemos todos».

Aunque la política de alianzas la decidirá el presidente del Gobierno español, Patxi López aseguró que «se hará de acuerdo con los socialistas vascos» y, en referencia al PNV, añadió que no existe «la posibilidad de basarlas en una hoja de ruta que nos divide y que no representa a una sociedad vasca que no quiere ese tipo de exclusiones y de separaciones».

Por ello, invitó al lehendakari, Juan José Ibarretxe a que «retire» su propuesta, «porque no va a ir a ningún lado con ella» y «en nada beneficia a la cohesión, sino que únicamente responde a unas aspiraciones particulares de algunos dirigentes nacionalistas».

Buena parte de las valoraciones de Patxi López sobre los resultados electorales del pasado domingo estuvieron hechas con la mirada puesta casi de forma constante en el PNV.

A su entender, la victoria del PSE en la CAV se debe a su «apuesta por la convivencia y el acuerdo entre diferentes», y consideró que los ciudadanos vascos «han dado la espalda a los planes que dividen y enfrentan y a las hojas de ruta que no nos llevan a ninguna parte».

Destacó que las «primera valoraciones» del PNV tras el 9-M «no han sido muy alentadoras porque se empeñan en mantener propuestas que sólo aglutinan a un tripartito que ha sido el claro perdedor de estas elecciones».

«Corriente de fondo»

Patxi López sostiene que el «magnifico» resultado del domingo, que le llevaron a desbancar al PNV de la primacía electoral en la CAV, «no es coyuntural, ni flor de un día», sino que obedece a «una corriente de fondo» que comenzó a mostrarse, según dijo, «en las elecciones de 2003».

Desde entonces, explicó, en cada cita electoral el PSE ha mejorado sus resultados y el PNV ha empeorado los suyos, por lo que «hay una tendencia clara, constante y mantenida en el tiempo» que indica que «hay un cambio en el electorado vasco». «Hay ganas de cambio en Euskadi», recalcó.

«Todo apunta a que los ciudadanos vascos quieren cerrar un ciclo político y abrir la puerta a un nuevo liderazgo y a un nuevo tiempo», aseguró López, y agregó: «los socialistas vascos asumimos con orgullo la responsabilidad de ser la primera fuerza, el eje del nuevo tiempo político».

Nueva reunión del EBB

Entre tanto, el PNV sigue reflexionando sobre lo ocurrido el pasado domingo, jornada en la que perdió cerca de 120.000 votos en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. El EBB volvió a reunirse ayer de manera extraordinaria, después de que la víspera las ejecutivas regionales hubieran realizado los correspondientes análisis sobre los movimientos electorales en cada uno de los herrialdes.

Para el próximo sábado está convocada una reunión de la Asamblea Nacional del PNV, ante la que el EBB deberá hacer una lectura común de las razones de la caída electoral. Según trascendió ayer, defenderá la necesidad de «recuperar el espíritu militante» del partido con el fin de evitar que en nuevas citas electorales se produzca una reducción de votos como ha ocurrido en estas pasadas elecciones generales. La formación jeltzale no cuestiona su estrategia y proyecto, que pretende desarrollar de manera unitaria, «sin fisuras», pero busca la forma de «acercarlos» a la gente.

El PNV ha pensado que su mensaje podría resultar, en ocasiones, «beligerante», por lo que aboga por «matizar términos y las expresiones» a utilizar. Así, por ejemplo, buscará que la propuesta del lehendakari no se considere una imposición, sino «una oferta» al Gobierno de Zapatero para intentar «negociar».

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